Los salarios no son nuestro fuerte

Los salarios no son nuestro fuerte

También en la España salarial hay dos Españas: la de arriba y la de abajo. Con un salario medio en España en 2017 de 1.889 euros mensuales, la cosa no está como para lanzar cohetes máxime si nos comparamos con los países de nuestro entorno con los que pretendemos jugar en la misma liga económica y del bienestar.

En el norte de España se concentran los salarios más altos, allá donde la industria pesa significativamente, allá donde la inversión tecnológica trota y a la que se rinde culto, allá donde la preparación y cualificación de la gente es más potente, allá donde la formación profesional es un pilar. País Vasco, Navarra, Cataluña, Asturias, Aragón y Cantabria, con Madrid, son las regiones donde los salarios son más altos. Pero solo País Vasco, Madrid y Navarra son los lugares donde el salario medio supera los 2.000 euros, porque en Cataluña cae por debajo de esta suma.

En cambio, hacia el sur, donde la felicidad y la calidad de vida no tienen precio, se dan los salarios más bajos, con la querida Extremadura como farolillo rojo con 1.583 euros mensuales. La formación juega un papel clave en la retribución salarial. A mayor formación, mejor salario.

Y, evidentemente, a mayor responsabilidad en el empleo, más retribución.

La tozuda realidad corrobora qué salarios son bajos en la España actual. Tres grandes grupos salariales definen a los trabajadores españoles en el año 2017:

  • En el primero, formado por el 40% de trabajadores (6,3 millones) los asalariados ganan entre 1.230 y 2.136 euros mensuales.
  • En el segundo, al que pertenece el 30% de los asalariados con remuneración más alta (4,7 millones) su retribución es de un mínimo de 2.136 euros mensuales.
  • En el tercero, al que se adscribe el 30% de los asalariados (4,7 millones de personas) su salario es inferior a 1.230 euros.

Quienes perciben unos mejores salarios se encuadran en las ramas de actividades financieras y de seguros, educación y administración pública, defensa y seguridad social obligatoria.

En ellas, los niveles de estudios para quienes trabajan son más exigentes. Por el contrario, las ramas con menor remuneración son actividades de los hogares, agricultura, ganadería, pesca.

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