Por el Amazonas a bordo de FÉ

Por el Amazonas a bordo de FÉ

Hola, FÉ. Jamás pensé en tener una canoa con ese nombre, ni cruzar 350 kilómetros en el río Amazonas. Hoy, sin darme cuenta, estoy a pocas horas de empezar uno de los retos más complicados de mi vida. Sobrevivir a 58,5 kilómetros diarios durante seis días. Fuego. Pesca. Selva. Dormir dónde el límite me lo permita. Me dice mi equipo que estuve mirándote sin moverme casi 30 minutos. En una esquina redonda en la inmensidad del río más caudaloso del planeta. Te mire sólo a ti, canoa de madera del árbol loro. Nos reconocimos al instante.

Es cierto que estoy preocupado. Nos acabamos de conocer. Tengo mi alma y mi vida en tus manos. Tu energía y fuerza serán las mías. La confianza mutua nos llevará a Urucurituba. Lo sé. Dentro de seis días, cuando acabemos esta locura, te volveré a mirar. Seguramente con otros ojos. Otro alma. Otra fuerza, pero con la misma pasión y el mismo amor. Hoy te miro y pienso sin cesar en los próximos días juntos. Me he prometido que si lo conseguimos te llevaré conmigo. Ya, no quiero separarme de ti. Cuando me siento en tu lomo la energía del río se transforma y multiplica la mía. Hoy el equipo y yo calculamos que serán 10 horas diarias de remo. Una locura.

Estoy nervioso. Intrigado. Saturado. Cansado. Muy cansado. Estos días aquí están siendo muy largos. Intensos. Hacer fuego durante una hora puede llegar a desgastar más de lo que nadie puede imaginar. Pescar con la presión de que es tu comida no es lo mismo que cuando lo hacía con mi padre en verano a los 12 años. ¿Lo mejor? Que sé que lo haré porque lo daré todo y un poco más. ¿Lo peor? Que también sé que será de lo más duro que he hecho nunca. Reconozco lo imposible muy rápido y este reto y yo nos hemos reconocido.

La primera etapa de 58,5 kilómetros me llevará desde Terranova Marinda a Parandha da Eva Tengo. Tengo tantas ganas de empezar como —algunas veces— de que acabe. Espera el polo norte. Aconcagua. Filipinas. Everest. Pero debo estar aquí. Sólo aquí. Esta locura merece toda mi atención y aún no será fácil hacer algo imposible como esto, recaudando fondos por y para @lahoravioleta y la neurofibromatosis y el cáncer que produce. Hola, FÉ. ¿Me acompañas?

Lo último en Opinión

Últimas noticias