Una intervención oportuna

Sea de quien sea la decisión de que la primera intervención en público de la
Princesa de Asturias fuera para leer el artículo 1 de la Carta Magna, hay que decir que la determinación ha sido muy oportuna. Nada mejor desde el punto de vista institucional que participar en un acto de homenaje a la Constitución en una fecha tan señalada como el cuarenta aniversario de su aprobación por las Cortes para celebrar el décimo tercer cumpleaños de la heredera de la Corona.

Compromiso con la Constitución

El acto de lectura de la Ley fundamental del Estado español, en el que
participaron los máximos representantes de los poderes estatales –ejecutivo, legislativo y judicial- brindó la oportunidad a la Princesa Leonor de expresar ya de alguna manera su compromiso con la Constitución, cinco años antes de que la jure de forma solemne cuando alcance la mayoría de edad a los 18 años. Un gesto de especial significado cuando se está produciendo una fuerte campaña en contra de la Carta Magna y también ataques abiertos contra la monarquía como forma de Estado. Por eso, el escuchar de boca de la sucesora al trono el punto 3 del artículo 1
en el que se afirma que “la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”, la frase cobró un sentido especial al ser pronunciada por la futura reina de España.

El entorno adecuado

La conmemoración de la aprobación de la Constitución hace 40 años, un acto sobrio en el marco del Instituto Cervantes, sirvió también para que el Gobierno, las Cortes generales y el Poder Judicial manifestaran con su presencia y lectura de algunos artículos de la ley de leyes su respaldo a la misma y también a la institución de la Corona. También para que el Rey Felipe expresara de nuevo su firme compromiso como autoridad máxima del Estado con la democracia y la libertad, con España y la Constitución.

El acto en el que se pudo escuchar por primera vez la voz de la sucesora de la
Corona corroboró también la decisión del monarca de que la Princesa de Asturias vaya incorporándose poco a poco a la agenda institucional de la Familia Real y desempeñe un papel más activo en su vida diaria. Su preparación para ello quedó demostrada no sólo en el acto del Cervantes sino también en otras actividades como la imposición del Toisón de Oro por parte de su padre, el Rey, o la primera visita a Asturias.