El ‘plan de pensiones’ de Begoña y Pedro

El ‘plan de pensiones’ de Begoña y Pedro

Si España contara con un Gobierno serio, Pedro Sánchez tendría que explicar de manera inmediata cómo es posible que una empresa donde su mujer es accionista desde 2014 haya recibido 750.200 euros procedentes de la compañía pública Red.es. De otra manera, la sombra de la sospecha sería tan grande que el jefe del Ejecutivo no tendría más remedio que dimitir… pero claro, todo eso pasaría si España tuviera un Ejecutivo serio. Algo que, desgraciadamente, no se ha visto, ni por un instante, desde que Sánchez desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa. Uno de los ejemplos más claros del desvarío gubernamental lo encarna la propia Begoña Gómez. La mujer del presidente logra materializar el milagro de los panes y los peces allí donde radican sus intereses.

Sólo hay que observar el caso de Inmark Europa S.A. Una empresa especializada en dar a sus trabajadores unas condiciones laborales paupérrimas —pagan sueldos de 400 euros mensuales por ocho horas al día— y que, por tanto, deja en papel mojado el salario mínimo interprofesional que tratan de aprobar en los Presupuestos Generales del Estado. Curiosa paradoja. No obstante, este modo de proceder no ha sido óbice para que la empresa en la que Gómez es accionista desde hace cuatro años haya recibido un buen manguerazo de dinero público. Algo que, obviamente, debería estar totalmente prohibido, ya que una empresa participada por la mujer del jefe del Ejecutivo jamás debería beneficiarse del dinero de todos los españoles. Así se asegura para el futuro el regreso a la empresa que se lo dio todo profesionalmente hablando.

En política no basta con ser decente, también hay que parecerlo. El proceder de Begoña Gómez no necesita un sólo adjetivo, basta con exponer los hechos. Al margen de Inmark Europa, ha conseguido un puesto como directora del Centro de Estudios Africanos (IE Africa Center) a pesar de mentir y decir que tiene una licenciatura cuando en realidad sólo cuenta con un curso de marketing en una escuela sin homologar. Con esos méritos, ¿cómo se consigue entrar como directiva en una escuela de negocio tan prestigiosa como el Instituto de Empresa? Obviamente, por el método del enchufazo. No porque lo digamos nosotros, sino porque con un currículo calcado al de Begoña Gómez, ningún español conseguiría esos puestos y ventajas. No obstante, los Obama de Pozuelo —que así los llaman dentro del propio PSOE— deberían recordar que la Presidencia del Gobierno no está para propiciar sus sobresueldos. La fiesta puede acabar muy pronto.

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