Voraces y mentirosos

Voraces y mentirosos

El Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de Podemos han presentado unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que son tan voraces como mentirosos. Adheridos de manera demagógica al mantra de que «pagarán los ricos», socialistas y comunistas bolivarianos tratan de embaucar a los españoles con una realidad que, lejos de existir de un modo idílico, cada vez será peor para la prosperidad de todos nosotros. Lo cierto es que la clase media, los autónomos y los inversores —tres agentes esenciales en el Estado de bienestar y esenciales también en la creación de empleo— harán frente a 3.296 de los 5.678 millones de euros que Sánchez e Iglesias pretenden recaudar vía impuestos. Entre ellos, 14 millones de conductores españoles apoquinarán los 670 millones de euros del impuestazo al diésel.

Dicen desde el Ejecutivo que estas medidas situarán nuestro país en la «vanguardia fiscal», pero lo único cierto es que la economía comienza a dar señales de preocupante agotamiento. Más allá de las advertencias de desaceleración global que plantean instituciones tan importantes como el FMI o la OCDE y que nos deberían hacer extremar las precauciones, España tiene un escenario interno demasiado incierto a causa de la inestabilidad política —los independentistas apoyarán los Presupuestos a cambio de más prebendas—  y de unas Cuentas Públicas que no generan ninguna confianza, ya que dispararán el gasto y harán caso omiso a la contención del déficit que exige Europa. Así, la tan temida prima de riesgo —protagonista casi diaria de la última crisis económica— ha alcanzado esta semana su máximo desde la moción de censura. Algo que debería hacer reflexionar al Ejecutivo.

Otro hecho significativo ha sido la marcha atrás de Cepsa en su anunciada salida a Bolsa debido a la falta de interés de los grandes inversores institucionales en el mercado español. Así las cosas, el beneplácito de la Comisión Europea a los Presupuestos de  PSOE y Podemos no es, ni mucho menos, un espaldarazo, sino más bien, ahondar en las dudas que ensombrecen nuestra economía. Con una rebaja sustancial del crecimiento hasta el 2,6% en 2018 y un preocupante 2,3% en 2019 —recordemos que España ha creado empleo en los último tres años creciendo a más del 3%— resulta evidente que si Bruselas apoya las Cuentas Públicas es por respaldo de Alemania. Como cuenta OKDIARIO, Merkel dio el beneplácito a cambio de que España acogiera a los inmigrantes. Mientras tanto, la confianza en nuestro país vuelve a pender el hilo. La incertidumbre, no lo olvidemos, es el peor estado para la economía de cualquier país.

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