El regalo de despedida de Santos a Uribe

Álvaro Uribe

Colombia vive en estos días bajo los efectos de un terremoto político tras la decisión de la Corte Suprema de llamar a indagatoria al ex presidente Álvaro Uribe Vélez y la reacción de éste de renunciar a su escaño en el Senado.

En la ‘rebotica’ de tamaña resolución se vislumbran manos poderosas y muy interesadas en tratar de acabar con la vida política de quien sin duda ha sido el mandatario de aquel país mas emblemático de su historia reciente. Pero esto no es una novedad.

Los que llevamos acompañando a Álvaro Uribe en esta singladura que el político paisa inició con la fundación del Centro Democrático, somos testigos de una u otra manera de los ataques que continuamente recibe, principalmente por su frontal oposición a unos acuerdos de paz con las FARC que tal como se está demostrando, están siendo un auténtico fracaso en su implementación.

Dicho frente anti-Uribe está conformado por el presidente Juan Manuel Santos, en una alianza nauseabunda con las FARC, fruto de sus pactos inconfesables de La Habana, apoyados en la extrema izquierda representada por Iván Cepeda, piedra angular de esta trama. No olvidemos que por el nombre de su propio padre, Manuel Cepeda, antiguo líder del Partido Comunista Colombiano, era conocido uno de los más sanguinarios frentes de las FARC.

Esta banda, estaría unida, por un lado, con un sector de la Justicia colombiana contaminado políticamente . Un poder judicial mas conocido internacionalmente por la corrupción de algunos altos magistrados de sus Cortes y del propio fiscal Anticorrupcióm, hoy en una cárcel norteamericana, precisamente por corrupto. Y en segundo lugar, con un espectro de la prensa y de asociaciones y fundaciones de paz colombianas, que subsisten gracias a la ‘mermelada’ oficial, que han hecho de su lucha antiuribista su razón de existir.

Entre estos últimos, se encuentra un polémico periodista a quien Santos le otorgó un canal de televisión. Sobre esta concesión pesan todas las dudas razonables relativas a su legalidad y a la transparencia de la adjudicación administrativa.

A todos los antes expuestos e identificados, les une un denominador común —cada uno por sus motivos—, su deseo de que Uribe acabe entre rejas, única manera de apartarlo de la escena política, debilitando así al nuevo Gobierno del CD, con el objetivo unos, de poder acceder al poder político y otros, de seguir con los privilegios económicos expuestos.

Alguno de ellos ha hecho de dicha pretensión su razón de existir, una auténtica obsesión, así haya que utilizar todo tipo de argucias, como aliarse con reconocidos delincuentes como Juan Guillermo Monsalve, con el que Cepeda se reunió en la cárcel de La Picota de Bogotá en 21 ocasiones —según los libros de visitas carcelarios—. Él dice que sólo se vieron nueve veces y que lo único que le movió en las mismas es su ánimo de consolar a un amenazado de muerte, nunca el manipularlo en contra de Uribe.

Monsalve, el testigo en la cárcel que según Cepeda habría intentado comprar Uribe, cuando era el político proFARC quien continuamente se entrevistaba con dicho preso para articular su estrategia para que éste declarara en contra del ex presidente, ha solicitado recientemente acogerse a la Justicia Especial para la Paz. Éste es el engendro inventado en La Habana por Santos, FARC y la extrema izquierda colombiana, para —llamándolo «justicia transicional»— dejar absueltos a aquellos narcoterroristas que confiesen sus culpas y sobre todo delaten a civiles, políticos y militares intervinientes en el llamado conflicto armado. Más allá de que no prueben sus acusaciones.

El presidente Santos, como aventajado discípulo de Maquiavelo que es, no ha dudado en poner a disposición del montaje peliculero, de esta trama para tratar de aniquilar políticamente a Uribe —por algo recibió un premio, sobre la puesta en escena de una paz inexistente mas propio de Óscar que de Nobel—, a nada más y nada menos que al servicio de Inteligencia británico, el MI6.

Circunstancia ésta que Santos niega, cuando ya el rotativo británico ‘The Telegraph’ expresó que el MI6 ya estaba colaborando con su Gobierno desde 2012 y él mismo incluso lo reconoció. Pero ahora quien ha hecho de la mentira su modus operandi califica de “estrambótico” decir que dicho servicio británico opera en Colombia, cuando incluso su propio ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, recientemente ratificó la presencia de los ingleses en el país latinoamericano.

El ex presidente Álvaro Uribe, es una persona persona recta, honesta, seria y así valorada por su pueblo, por quien se ha entregado en cuerpo y alma, durante sus años de servicio público. No en vano es el senador mas votado en la historia de Colombia y el que ha impulsado en el CD la candidatura de Iván Duque, presidente democráticamente elegido el pasado 17 de Junio, con la mayor votación en la historia electoral del país.

Y es esto lo que efectivamente persigue esta peculiar ‘coalición santista’ ante la situación expuesta, intentar interferir al nuevo presidente y al Gobierno que ejercerá su mandato a partir del 7 de agosto. Se pretende anular a uno de sus principales apoyos en el Congreso y también evitar que se cuestionen asuntos como el caso Odebrecht —que afecta directamente a Santos—; las modificaciones de los beneficios jurídicos y políticos concedidos en La Habana a unas FARC apoyadas en una izquierda prochavista que dirigen Gustavo Petro y el protagonista de esta historia, Iván Cepeda; y los beneficios empresariales de un canal de televisión de dudosa concesión, junto a otros entes beneficiados por Santos.

El ex presidente Álvaro Uribe ha manifestado que renuncia a su escaño en el Senado para emplear toda su atención a su defensa, si bien el uribismo en bloque, entre los que me encuentro, le está convenciendo para que finalmente no lleve a efecto la citada renuncia.

Colombia todavía le necesita, para defenderla de esta nueva ‘coalición santista’ que pretende, quitándole de en medio, conducir a mi querido país de adopción por los despeñaderos del castrochavismo, basándose únicamente en el rencor, y que solo él junto a un líder democrático, joven y preparado como el presidente Iván Duque, podrán evitar.

Néstor Laso, es el coordinador en España del Centro Democrático, formación política fundada por Álvaro Uribe.

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