Prestigio para hoy, manipulación para mañana

Prestigio para hoy, manipulación para mañana

La elección de la prestigiosa periodista Rosa María Mateo como administradora única de Radio Televisión Española sería una excepcional noticia si no fuera porque Podemos espera un regalo a cambio. Desde que comenzara el tortuoso camino para elegir a los nuevos gestores del Ente, Pedro Sánchez ha concebido la empresa de todos los españoles como moneda de pago por el apoyo que Pablo Iglesias y los suyos le dieron para consumar la moción de censura. Del mismo modo que a vascos y catalanes les ha ofrecido prebendas legales y económicas, a los populistas les prometió RTVE. Algo que había obsesionado a Pablo Iglesias desde el principio de su andadura política.

El secretario general de los morados ya dijo que quería controlar el CNI, Interior y los medios públicos de comunicación. Aunque su insignificancia política no le ha dado para tanto, sí que ha podido conseguir el premio de la televisión y la radio pública. Su apoyo a la elección de Rosa María Mateo no es más que una maniobra para llegar a controlar los informativos de la cadena. Sabe que la única manera de resucitar su partido pasa por la propaganda. Nada mejor ni más potente para dicho fin que la empresa que pagan todos los españoles con sus impuestos.

De ahí que, lamentablemente, el prestigio que simboliza Rosa María Mateo sea sólo la antesala para que Pedro Sánchez complete una de sus obligadas cesiones —con 84 diputados es muy difícil gobernar— y, en este caso, pague la factura pendiente que tiene con Podemos. Pablo Iglesias ha tratado de llevar su sectarismo a RTVE desde el principio del proceso. Primero, proponiendo a Ana Pardo de Vera, después tratando de que el independentista Jaume Roures metiera tanta cabeza en las externalizaciones como fuera posible y, ahora, consintiendo la elección de Mateo como medio para hacerse con el control del contenido que ustedes reciben todos los días en sus casas. Lamentablemente, Pedro Sánchez ni quiere ni puede negarse a semejante dislate.

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