El enemigo de España no puede forrarse con cargo a nuestros impuestos

El enemigo de España no puede forrarse con cargo a nuestros impuestos

La “nueva” RTVE que quieren construir Podemos y PSOE nacerá muerta si Jaume Roures se convierte en uno de sus principales beneficiarios. Un enemigo de España como él no puede forrarse con cargo a nuestros impuestos. Tener al multimillonario trostkista manejando los contenidos externalizados sería como poner a un lobo a cuidar de las gallinas. Por mucho que la formación de Pablo Iglesias se afane en devolverle favores del pasado y del presente —Público es la gacetilla morada por excelencia— Roures no tiene espacio en el Ente público. Ni directa ni indirectamente. A lo largo de su trayectoria ha demostrado un odio cerval al mismo país en el que se ha hecho millonario. Un trauma que ni Sigmund Freud podría desentrañar con facilidad. Su hoja de agravios contra nuestro país —que no el suyo, ya que su filoindependentismo se lo impide— es tan larga como el número de sociedades relacionadas con sus intereses que han sido radicadas en territorios offshore.

Roures movió los hilos del triunvirato que tenía como objetivo socavar la unidad de España y que durante una época reunión bajo su estricta supervisión a los podemitas Pablo Iglesias y Xavier Domènech y al golpista Oriol Junqueras. Figuras todas ellas que, de manera directa o indirecta, han propiciado con sus comportamientos y manifestaciones que el radicalismo tome asiento con fuerza y que el desafío al Estado de Derecho en Cataluña siga vigente.  No obstante, no se ha quedado ahí, también llamó “prevaricadores” a magistrados de tanto prestigio como Pablo Llarena (Tribunal Supremo), Carmen Lamela (Audiencia Nacional) o Juan Antonio Ramírez (Juzgado 13 de Barcelona). Por tanto, Roures, carente de más principios que la atracción irrefrenable por el dinero, no puede ni por actitud ni por aptitud participar del banquete público que supone Radio Televisión Española.

El hecho de que Podemos se afane tanto en su figura, ya sea de manera directa o a través de sus periodistas de cámara como Ana Pardo de Vera, define al propio partido que dirige Iglesias. Una formación siempre dispuesta a entenderse con los que quieren socavar los principios elementales de nuestra democracia. El PSOE no puede permitir que Podemos se salga con la suya. Ceder con Roures sería la muerte definitiva del Gobierno de Sánchez tras las prebendas concedidas a independentistas vascos y catalanes. El Ejecutivo no sólo tendría en contra la minoría parlamentaria y la torpeza de sus acciones, sino que además contaría con la propaganda podemita en contra y amplificada desde Televisión Española. Un auténtico Caballo de Troya que trataría de borrarlos del mapa político.

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