La omertá en Podemos huele a Bárcenas encerrado

La omertá en Podemos huele a Bárcenas encerrado

Silencio. Esa ha sido la respuesta de los dirigentes de Podemos tras la exclusiva de OKDIARIO sobre su tesorero Daniel Frutos Ramírez. Una omertá que, además de impuesta, huele a que hay Bárcenas encerrado en toda esta historia. Es significativo que nadie en la formación morada haya dicho ni una sola palabra para defender el papel de la persona encargada de sus cuentas. Sólo el secretario de Análisis Estratégico de la formación, Íñigo Errejón, ha levantado la voz para señalar que confió en que De Frutos acudiese a la cita con Irene Montero y Pablo Iglesias «a título personal». Unas palabras que no son precisamente una defensa espartana.

Podemos se jactó desde su fundación de la palabra «transparencia». Después de algo más de cuatro años, ese concepto teórico brilla por su ausencia en la aplicación práctica. De hecho, han tratado de dejarlo todo atado y bien atado a través de un reglamento interno que además de perseverar en la represión cuasi estalinista a la que Iglesias somete al partido, también prohibe bajo multa dar opiniones a los medios de comunicación y soslayar la verdad única que impone Iglesias como si del remedo de un politburó soviético se tratase. Los populistas deberían dar explicaciones por sus votantes y no dejarse llevar por la frivolidad. Tal ha sido el caso de la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, a la que no se le ha ocurrido otra cosa que pedir que la seguridad del casoplón la pague el Estado y no sus inquilinos.

Resulta normal, por tanto, que la formación haya bajado en todas las encuestas hasta niveles del subsuelo. Sus simpatizantes son personas consumidas por el desafecto hacia un líder que prometió el «asalto a los cielos» y cuyo afán ha quedado reducido a la muy burguesa acción de comprarse un chalé de 268 metros cuadrados construidos y 2.000 metros de parcela con piscina, garaje y casa para los invitados a razón de 600.000 euros y mediante una hipoteca con un tipo variable que está en el 0,5% más euribor. Condiciones que le fueron otorgadas por la Caja de Ingenieros y en compañía de Daniel de Frutos. La misma entidad bancaria donde el partido había depositado 3,6 millones de euros en subvenciones electorales con la firma del propio tesorero. ¿No hablan porque tienen mucho que callar?

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