A vueltas con la moción de Sánchez

A vueltas con la moción de Sánchez

Fue el primero en acudir raudo y veloz al registro del Congreso para presentar su moción, motivada y con él como candidato. Presentó la firma de todos los diputados de la organización que lidera. Hoy sabemos que no todos los diputados sabían de esta cuestión, esto es, que según ellos mismos han informado a medios de comunicación, sus firmas fueron presentadas gracias a un procedimiento de urgencia que en el grupo parlamentario tienen previsto: la existencia de hojas en blanco con la firma de los diputados, para el caso de que pudiera ser necesarias en una situación de emergencia.

Así las cosas, y como era de esperar, no sería extraño que a Sánchez la jugada le saliera mal, como viene siendo habitual. Sobre todo porque desde sus propias filas no las tiene todas consigo. Y ya se sabe que no hay peor enemigo que el que se tiene al lado. Leyendo las declaraciones del que fuera líder del PSOE en Extremadura, Ibarra, ya podemos hacernos una idea de por dónde puede ir los tiros: viene el extremeño a decir que prefiere la corrupción del PP al apoyo de los independentistas. Y si a esto sumamos las declaraciones de Bono, que decía que con los independentistas no iría ni a misa, y el hecho de que Rivera se pase el día compartiendo en sus redes sociales las declaraciones de Alfonso Guerra, no sería descabellado pensar que a Pedro le están haciendo la cama los que militan junto a él.

Si no prospera la moción exprés de Sánchez, pues parece que Ciudadanos se desmarca, y que no le dejan contar con el apoyo de los soberanistas —apoyo que tampoco sería gratis, claro está—, estaremos en un escenario abocado al fracaso democrático. Habría que ver en tal caso si Ciudadanos consigue los tres diputados que necesita para presentar la suya propia, y veremos qué sorpresa nos da la mesa con esa candidatura de un independiente que parece tener en la manga. Dicen algunos que sería mayúscula si se ratease de un candidato socialista, dejando así colgado a Sánchez sin capacidad de reacción y fuera del mapa de cara al adelanto electoral que también exigen los naranjas, poniendo el horizonte en el mes de octubre.

Por el momento, Iglesias se pronuncia con la boca pequeña. Quizá porque intuya que existe una jugada contra Sánchez y que apoyarle sin fisuras también pudiera debilitarle. Pase lo que pase, la evidencia es que si no se trata pude dialogar con los soberanistas, si no se hace uso de la política dentro del marco democrático, los monárquicos que tanto han abusado de los jueces y de su particular interpretación del códex legal, se verán en un callejón sin salida. Pero no se preocupe usted, que mientras todo esto pase, tendremos fútbol para rato.

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