Macron y su propuesta para la UE

Macron y su propuesta para la UE

El presidente Macron lleva tiempo intentando avanzar en un mayor fortalecimiento de la unión política y fiscal de la UE. Entre otras cuestiones, propone nombrar un ministro de finanzas para la zona euro, con una única política fiscal común para todos los países de la eurozona y, por tanto, con un único presupuesto.

Adicionalmente, propone también poder tener una mayor flexibilidad en el gasto público y establecer un sistema de solidaridad entre la UE, bien sea Norte-Sur, bien sea Oeste y Centro-Este, para lograr una mayor homogeneidad entre todo el territorio que conforma la UE. Su defensa de ello va en la línea de que al haber entregado la política monetaria debe haber una política fiscal común para los países de la moneda única, con mutualización, por tanto, de deuda y de riesgo.

Ambas propuestas chocan frontalmente con Alemania, que se niega tanto a que se produzcan incrementos de gasto como a que se pueda hablar de “eurobonos” o de cualquier otro mecanismo que mutualice el riesgo, ya que consideran que todo ello desestabilizaría la ortodoxia presupuestaria en el conjunto de la eurozona. El Bundesbank no está por la labor, tras haber apostado siempre por un mayor rigor en la estabilidad presupuestaria y una independencia del BCE en la política monetaria.

Es cierto que una política monetaria común exige una política fiscal similar; por eso, se exigió el cumplimiento de los criterios de convergencia para entrar a formar parte del euro. El problema es que después se voló por los aires, en 2005, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que incrementó el gasto y provocó que cuando se produjo una recesión importante se disparase el déficit público y la deuda pública. La solución no viene ni por más gasto —mucho me temo que seguiría habiendo presupuestos nacionales— ni por una política fiscal común, sino por el cumplimiento permanente del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que es lo que garantiza que la política monetaria común tendrá el mismo efecto en todos los integrantes de la zona euro. También por el incentivo a la mejora de todos los países, no por un sistema de subvenciones, aunque se venda como solidaridad, que lo único que puede hacer es condenar al atraso a los países que se encuentran ahora en posiciones más retrasadas al eliminar el incentivo a su crecimiento.

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