Nubes en el horizonte económico

Nubes en el horizonte económico

Después de casi una década de grave crisis económica, desde que se iniciase ésta con el estallido del problema de las hipotecas basura en agosto de 2007, Estados Unidos, el conjunto de la Unión Europea y, muy especialmente, España, habían conseguido superar dicha situación y crecer a unos ritmos muy interesantes logrando recuperar buenos niveles de empleo.

De esta manera, la economía estadounidense lideraba de nuevo el crecimiento mundial, con una Unión Europea que parecía superar las cotas del 1,5% en las que se mantenía en muchas ocasiones, y con España superando de manera amplia crecimientos del PIB del 3%. En términos de empleo, el incremento también era muy notable, superando, en el caso español, el número de cotizantes previos al inicio de la crisis con un alza de salarios muy importante y dentro de un clima de sentimiento económico francamente positivo.

Sin embargo, el problema de haber aplicado una política monetaria excesivamente expansiva durante estos años lo ha mantenido como problema dormido que ahora puede reaparecer al tener que ir, necesaria y ortodoxamente, a una política monetaria contractiva. Para evitar un impacto negativo, la autoridad monetaria debe ser muy clara, para generar confianza, pero no parece que lo esté logrando. A ello se le une algo muy preocupante: la guerra arancelaria que parece que Estados Unidos puede desatar si prosigue por un equivocado camino proteccionista. No es que las guerras comerciales no sean buenas, que lo son si hay competencia; es que esto que se plantea no es una batalla comercial entendida como una competencia entre las empresas de todos los países, sino una política proteccionista que perjudica a empresas y consumidores, que eliminará dicha competencia de manera que los precios subirán y la calidad de productos y servicios puede bajar.

Vemos que todo ello está dibujando nubarrones en el horizonte económico: Estados Unidos quiere multar a China, además de imponer aranceles sobre el aluminio y el acero a muchos países; la Unión Europea amenaza con gravar con aranceles a muchos productos estadounidenses si la medida norteamericana afecta a la Unión Europea; las cifras de crecimiento de la economía europea se desaceleran de manera notable y la bolsa se vuelve muy volátil. Urgen medidas claras que generen confianza y que abandonen toda tentación proteccionista.

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