Oda a la ilegalidad

Oda a la ilegalidad

Hemos acudido a una de las mayores afrentas que desde la extrema izquierda se ha realizado no solo a la democracia, sino a nuestra sociedad, a su convivencia y a su libertad. Realizada por cargos públicos de Podemos y de Ahora Madrid, henchidos que no saciados de odio, en cuyas manos pende la gobernanza del Ayuntamiento de Madrid. Falleció un mantero. Demostrado queda que por causas naturales y donde la policía local acudió sin denuedo para tratar de salvar la vida a Mbaye. Los indignos acaparadores de lo ajeno, con sus talegas bien surtidas de mensualidades públicas supieron que el fallecido no había sido acosado por la Policía. Eran las 18.30 horas en expresión lorquiana y el Ayuntamiento de Madrid lo sabía todo. Sabía que se debía a una muerte natural sin persecución policial. Un asesor municipal recibe la información pasadas las 18.30 y, a partir de ahí, mentiras, saqueo, violencia, caos, odio e infamia. Sinónimo de quienes, mantenidos por un exánime PSOE, hacen de la fobia y del rencor su único pilar político.

Protesta manipulada donde su programa pivota en un cobarde pasamontañas con el objetivo de violar el orden público y la convivencia pacífica. Como las ratas se manejan en el detrito, Podemos, “mantenido” por un PSOE desnortado, se maneja en la anarquía y el desorden. Lo falso que muchos cómplices compran y votan. Engañan, pues no les importa la muerte del mantero. Solo el vandalismo, llegar al poder por vías violentas para someter a la sociedad y eliminar a quienes se opongan a sus desmanes. El comunismo en estado puro tan poco progre como lo fue y es la “ideología” autora de 120 millones de vidas. Se les vota y apoya por parte de un PSOE tan agotado como casi difunto. Los que se adhieren a la causa, a semejante forma de hacer pseudopolítica llegarán a lamentarse.

Caerá el peso de su responsabilidad cuando ya sea tarde. Responsabilidad a la hora de reclamar a los “agitadores de salón” que rindan cuentas por enfrentar a la sociedad, convertirles en “servidores de lo público”, incendiar una empresa común llamada España. Mezquino Iglesias, que no dudó en considerar “vergonzoso” que un mantero fuera perseguido por la Policía por dedicarse a la venta ambulante. O el millonario “de papa”, Ramón Espinar, al comunicar que “hoy es un día triste. No hemos estado a la altura de los Derechos Humanos. Hemos fracasado como democracia”. Espinar hablando de democracia y Derechos Humanos es como escuchar a un pirómano hablar de cómo se apaga un fuego. Y la farisaica y mojigata Carmena, incapaz de defender a la Policía a pesar de que se limitaron a cumplir su trabajo.

Una oda a la ilegalidad si es que mayor ilegalidad moral cabe en la actitud de estos, custodiados por un PSOE mutante y sombrío. Como tal oda, se hacen alabanzas a cualidades que el autor pretende destacar. Se pretende destacar la ilicitud y la confusión. Podemos propuso despenalizar la venta de productos falsos para ayudar a los manteros. Demagogia barata con el fin de acabar con el sistema. Quisiera verles ante su SGAE o en la ceremonia de los Premios Goya refrendando tamaño ilícito. Cuántos Almodóvar, “progres millonarios” poniendo el grito en el cielo al ver sus repletos bolsillos tentados y desinflados. Nos ofrecen desde su arrogancia lecciones de solidaridad parejas a manzana podrida. Y lo realmente grave es que se encuentran aupados por un PSOE cegado. Como dijo Ignacio Manuel Altamirano, escritor y político mexicano: “La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía”.

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