Así definió Pla a los catalanes

Así definió Pla a los catalanes

Recordemos a Josep Pla, el mejor escritor que hubo Cataluña. Este liberal conservador, tachado hoy de facha —cuando facha ya no sirve para descalificar porque cualquiera lanza tal deformación coloquial contra su oponente—, fue un genio en el uso de las lenguas catalana y española. Siendo yo muchacho, tuve la suerte de conocerle junto a Pepe Samitier, primer crack del Barça, en “La Garriga”. Fue en un almuerzo organizado por Josep Vergés, directivo blaugrana y editor de Pla y de mi padre, diplomático aragonés de pura cepa que me condujo a aquel mesón frente al Ritz para que conociera a personas dotadas con talento único. Así descubrí a Pla, que me deslumbraría a través de su inteligencia y socarronería.

Sabido es que Pla sobrevivió durante casi toda la vida bajo amenaza de censura o/y prisión (de habérsele ocurrido publicar una sola línea en catalán). La dictadura de Primo de Rivera, primero, y luego, la de Franco, prohibieron los dialectos propios de los separatistas, de otros furtivos y demás fanáticos que emponzoñan nuestra fabulosa nación y eufónico idioma con sus cacofónicos ladridos y mil traiciones. No iban desencaminados los militares. Pla tampoco, pues a la pregunta de: “¿Cómo es un catalán?”, tan afable payés repuso, sonriendo: “Bueno, el catalán es un ser que, en fin…, se ha pasado la vida siendo un español 100 por 100 y le han dicho que tendría que hacer otra cosa…”. 

Sólo el cerebro de un superdotado manejaría belleza, cinismo, ironía y realidad al mismo tiempo. Así fue – y será por los siglos de los siglos – este maravilloso escritor. Quien quiera aprender a escribir, que lea y relea “El quadern gris” de Josep Pla. Un español que por nacer en tierra de traidores, se quedó sin el Nobel de Literatura.

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