La Fiscalía de Menores tiene que actuar ya

La Fiscalía de Menores tiene que actuar ya

La huelga fallida que han organizado los golpistas ha dejado una imagen por encima de cualquier otra: cinco bebés sobre el asfalto de la autopista c-32 a la altura de Mataró (Barcelona) han acompañado un cartel que pedía la liberación de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes encarcelados de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, respectivamente. Máximos responsables de la trama civil que ha promovido el golpe de Estado independentista. La Fiscalía de Menores tiene que actuar inmediatamente ante esta abyecta utilización. Desde el punto de vista ético y moral, resulta repugnante usar a menores de edad para cualquier tipo de reivindicación política, más aún si ésta se fundamenta sobre la más absoluta ilegalidad. Además, la presencia de personas de tan corta edad en estas movilizaciones —una huelga con piquetes violentos— supone un riesgo más que evidente para la integridad física de las mismas. 

Por todo ello, la intervención de la Justicia se hace imprescindible y urgente. A pesar de que se han convertido en los grandes protagonistas de la jornada, estos cinco menores no han sido los únicos que han participado en la huelga de Cataluña. Cerca de Andorra, otro grupo de niños ha pintado varios murales secesionistas para que así los mayores de edad se vean desprovistos de cualquier responsabilidad legal. Ante el constante uso de los niños por parte de los golpistas, la Fiscalía de Menores ya hizo responsable al Govern de cualquier cosa que pudiera sucederles durante las manifestaciones que tuvieron lugar antes, durante y después del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Sin embargo, la foto de este miércoles ha sido demasiado. 

Debe ser, por tanto, el resorte definitivo para que la Fiscalía investigue y averigüe quiénes son los responsables de semejante dislate. Está en juego la dignidad de esos niños, nuestra imagen como país y la credibilidad de nuestras instituciones. La utilización de menores con fines propagandísticos emparenta a los independentistas catalanes con algunos de los peores regímenes del siglo XX. Los define como irresponsables, cobardes e inconscientes. Nada que no supiéramos, por otra parte, dado su comportamiento general, pero llegar al punto de utilizar niños que a duras penas se mantienen de pie resulta siniestro. Una sociedad adoctrinada es una sociedad enferma y manipulable. Los golpistas lo saben y por eso tratan de moldear a los catalanes desde la cuna. Ante esta sinrazón, ley, ley y más ley.

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