El PSOE y el 155: “Ir pá ná, es tontería”

El PSOE y el 155: “Ir pá ná, es tontería”

Un dicho popular dice aquello de que “si hay que ir, se va. Pero ir pá ná, es tontería”. Esto mismo se le podría decir al PSOE en ese afán que tiene de abanderar esta batalla contra Cataluña. El artículo 155 de la Constitución Española lo dice muy claro: solamente es necesaria la mayoría absoluta del Senado para ponerlo en marcha. Y en esa ecuación el PSOE no pinta nada. El Partido Popular se basta y se sobra para poner en marcha las medidas que considere oportunas, y no le hacen falta compañeros para este viaje. 

Además de ser innecesario, al PSOE esta jugada le resulta totalmente contraproducente. ¿Por qué? Porque tira por tierra su coherencia, su trayectoria en todo este drama que viene siendo la relación entre el Estado y los independentistas. Porque hubo un tiempo en el que se llegó a un acuerdo, se dialogó, se elaboró un estatuto que fue refrendado por la ciudadanía catalana. Y eso lo hizo posible el PSOE. Sí, el de Zapatero y Maragall. Hoy los dos que en paz descansen. Como el estatuto. Y fue el Partido Popular quien quiso saltarse a la torera todo lo realizado en la senda de la legalidad para poner palos en las ruedas. Eso sí, a pesar de boicotear el estatuto, no tuvo problema en pedirle apoyo a Mas y éste tampoco tuvo inconveniente en dárselo, dicho sea de paso.

Esta historia, esta batalla, este pulso es entre las derechas: la de España y la Catalana. Entre nacionalistas: los de España y los de Cataluña. Y ahí el PSOE no pinta nada. Solamente puede salir trasquilado. A nadie se le olvida que la defenestración de Sánchez al frente del PSOE vino precisamente por esta cuestión: el detonante fue aquel 28 de diciembre en el que desde el Comité Federal se le pusieron todos los obstáculos posibles para que intentase salir investido presidente sin el apoyo —de ningún tipo— de independentistas ni nacionalistas. O sea, que no saliese investido. Y ya conocemos todos lo que vino detrás. El PSC fue fundamental en el apoyo a Sánchez. Un PSC donde habitaban voces tan positivas para el entendimiento como la de Nuria Parlón. Y un pizpireto Iceta gritando aquello de “Pedro, líbranos de Rajoy”. A día de hoy, aquélla acaba de dimitir de su puesto en la Ejecutiva Federal por el apoyo del PSOE al PP en la aplicación del 155, e Iceta está comiéndose con patatas el abrazo entre Mariano y Pedro. 

¿Qué necesidad tiene el PSOE de hacer este papelón? Nadie lo entiende salvo esas viejas glorias, esos jarrones chinos, esas faraonas del sur, que tras presionar para retirar la reprobación a Soraya por la represión brutal de las FFCCSSEE, han reforzado los posicionamientos del Gobierno que se empeña en disfrazarse de Estado para ver si cuela. Y está colando. Nada que ver ese discurso de Sánchez cuando pedía su resurrección, donde decía que lo primero que haría sería exigir la dimisión de Rajoy, donde se mostraba como el líder de la izquierda. Ahí lo tienen: tendido en los brazos de un PP plagado de corrupción, que ni ve, ni escucha ni tiene la más mínima intención de calmar las aguas. Del 135 al 155, un recorrido que al PSOE le lleva de cabeza al precipicio. Para semejante viaje, no hacían falta alforjas.

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