La Iglesia no puede ser juez cuando es parte

La Iglesia no puede ser juez cuando es parte

El comportamiento de la Iglesia Católica a lo largo de las últimas semanas invalida su posición como mediadora en unas hipotéticas negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno. Para empezar porque el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy no debe negociar con aquéllos que se saltan la ley y pretenden partir España en dos a través del chantaje político y la extorsión. Como bien ha dicho el histórico líder socialista Alfonso Guerra: «No se puede negociar con golpistas». No obstante, y en el más que remoto caso de que esas negociaciones se produjeran, la Iglesia no puede formar parte de ellas, ya que es imposible que sea juez cuando ha demostrado que es parte del procés en Cataluña.

Basta recordar el lamentable espectáculo de la Iglesia de Pompeia en Barcelona. OKDIARIO les desveló en exclusiva cómo se hacía una plegaria a favor del referéndum ilegal. Una ceremonia donde, para mayor ofensa a todos los creyentes, se ofreció una estelada en el interior del templo. No ha sido el único episodio de bochorno. La iglesia de Vila-rodona, en Tarragona, se prestó a un recuento de papeletas para ese referéndum que ha dado la vuelta al mundo como paradigma de la ilegalidad y del esperpento, sin la más mínima garantía en las votaciones y en el recuento de papeletas. A pesar de estos despropósitos, las declaraciones desde la Conferencia Episcopal han brillado por su ausencia hasta hoy.

Ninguna disculpa, rectificación o explicación más allá de unas palabras de su presidente, Ricardo Blázquez, que hace unos días definió como «conflicto catalán» lo que realmente es un ataque flagrante a la Constitución y, por tanto, a todos los españoles. Blázquez ha vuelto a hablar hoy para decir que «el orden constitucional» no es incompatible con la búsqueda de «consenso y diálogo». Curiosamente, el cardenal se ha pronunciado el mismo día que el PDeCAT ha propuesto a la Iglesia como mediador con el Gobierno. La Conferencia Episcopal tendría que haberse manifestado antes y a través de la disculpa. Ahora, su intervención en este conflicto no resulta creíble.

Lo último en Opinión

Últimas noticias