El instante decisivo del PSC

El instante decisivo del PSC

No lo tiene fácil Iceta, ni los socialistas catalanes. Porque su discurso ha cambiado mucho en los últimos años. Precisamente por estos vaivenes han perdido respaldo social y militancia. Aunque también es cierto que con Iceta la sangría se ha frenado. Reconocía hasta hace un par de meses que la voz más fresca, más representativa de no poca parte de la sociedad catalana la representaba Nuria Parlón. Sin embargo, desde que esta alcaldesa entrase en la ejecutiva de Sánchez, su voz ha sonado con menos fuerza. Sus posturas también se han debilitado. Pero sin duda, contar con ella en el órgano de dirección ha sido un acierto por parte de Sánchez. Se podría haber optado por diversas maneras de encarar este conflicto por los cauces pertinentes, modificando en su caso las normas oportunas. Se podría haber hecho sin necesidad de esperar al 1 de octubre. Pero no se ha querido. Cada cuál sabrá por qué ha querido esperar a que sucediera todo lo que hoy estamos lamentando.

Si el referéndum no iba a ser tal, porque se había declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, ¿para qué se envía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? La respuesta es bien sencilla: para que no se sepa realmente lo que sucede en Cataluña. Pedro Sánchez ha tardado unas quince horas en manifestarse públicamente. Lo ha hecho desde su cuenta de Twitter, compartiendo, a su vez, el comunicado que plasmaba las declaraciones que minutos antes había realizado Ábalos. Un comunicado donde se apela a la calma, a la serenidad y al diálogo. Donde se lamenta todo lo que está sucediendo, pero no se condena la violencia contra la población ni las medidas tomadas por el Gobierno de Rajoy —Iceta, bastante antes sí ha exigido el cese de la violencia—. Ni una sola palabra al respecto. Sin embargo se hace hincapié en que toda la responsabilidad de lo sucedido es de la Generalitat. Me resulta insuficiente, desequilibrado y en cierto modo cómplice con las decisiones que ha tomado el Partido Popular. ¿De verdad creían que hoy no habría urnas en los colegios de Cataluña? ¿De verdad pensaban que los miles de agentes no agrederían a la ciudadanía?

Al poco rato ha aparecido Rafael Mayoral, en nombre de Podemos para hacer un llamamiento a todas las fuerzas políticas que quieran unirse para promover la salida de Rajoy del Gobierno. Algo que me parece del todo apropiado teniendo en cuenta la escalada de violencia que hemos visto y la falta de mesura ante la situación en Cataluña. El Estado de Derecho y la democracia no pueden responder con violencia ante unas urnas y una población pacífica que quiere expresarse. Por muy ilegal que haya sido considerado por el Tribunal Constitucional, un organismo formado por magistrados que, a su vez, son nombrados por los partidos políticos. La clase política solamente ha sabido incendiar una situación que requería de diálogo, comprensión y generosidad.

El PSC y el PSOE tienen en su mano condenar la violencia impuesta sobre el pueblo catalán en el día de hoy y en los anteriores. La agresión a los derechos más fundamentales: libertad de expresión, participación y pensamiento. Tiene en su mano la promoción de una moción de censura a Rajoy y a Puigdemont. Ambos responsables de todo este lamentable capítulo en nuestra historia. Exigir su dimisión, conformar Gobierno con fuerzas progresistas estableciendo una agenda social que también contemple la necesaria reforma territorial. Y de no hacerlo, probablemente será considerado cómplice de esta barbarie que lo único que pretende es dividir a la sociedad española y catalana; avivar la llama del fascismo y animar a que lo que creíamos había quedado ya enterrado, esto es, los cantos fascistas y las banderas anticonstitucionales, vuelvan a salir a la calle.

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