Si yo fuera alcaldesa en Cataluña

Si yo fuera alcaldesa en Cataluña

Si yo fuera alcaldesa en Cataluña, ¿a qué partido representaría? Es fundamental comenzar por el principio. Porque de ahí deriva todo lo demás. Es probable que me hubiera afiliado, de vivir en Cataluña, al PSC. Pero al que defendía el derecho a decidir, aquél que hace unos diez años tenía un planteamiento abierto, cercano a la izquierda soberanista y republicana. Y también sería muy probable que hubiera causado baja al observar la deriva de los últimos tiempos, esa en la que se ha posicionado Iceta: la de confrontar las demandas de buena parte del pueblo catalán. Y es que, para mí, el asunto de la consulta, del derecho a decidir, siempre ha sido una pieza clave en los principios socialistas. Por lo tanto, veo improbable que, de estar en Cataluña, hoy formase parte del PSC. Y eso que me consta que hay muchos militantes, y también algún que otro dirigente, que defienden estos postulados históricos, sufriendo por ello. Los alcaldes del PSC, casi con total seguridad, no pondrán urnas y no facilitarán que se vote el próximo 1 de octubre. 

No militaría con los Comunes. He observado demasiadas sombras en todos sus procesos, una brecha a veces insalvable entre la dirección del partido y las bases. Es prácticamente seguro que ningún alcalde de los Comunes facilitará urnas. No en en los Ayuntamientos. Está por ver qué mecanismo articulan, tal y como ya ha anunciado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para posibilitar la consulta. Y en esta actuación, me parece positiva y correcta su postura. Tampoco formaría parte de las CUP. Si bien entiendo y comparto la mayoría de sus planteamientos, hay cuestiones de la izquierda «radical»: me refiero a esas asambleas donde la aritmética resulta cuando menos sospechosa, al quedar perfectamente dividida en partes iguales. Esas asambleas donde se vota si se vota. Me resultan ciertamente frustrantes. Sin embargo, entiendo coherente su postura al respecto de promover el voto y hacer todo lo posible para ello.

Creo, sin duda, que de ser alcaldesa, de vivir en Cataluña y militar en una formación política, lo más seguro es que fuera militante de ERC. Un partido fuertemente ideologizado, con representantes que hacen pedagogía de una manera comprensible, nada agresiva, y a los que sigo con mucha simpatía. En ese caso, lo más seguro es que sí, que desde el grupo de gobierno de la izquierda republicana tuviéramos claro el compromiso con nuestro programa electoral, con la promesa de facilitar la consulta a la ciudadanía. Y tendríamos que asumir la responsabilidad de nuestros actos y de nuestros compromisos.

Considero, con total sinceridad, que una consulta, un referéndum pactado y bien organizado habría sido posible. Y a mi entender toda la responsabilidad, la gran «culpa» de este bloqueo sinsentido es del Gobierno de España, y más concretamente, del Partido Popular. Cuando la libertad de expresión supone una amenaza para el Estado, es que algo muy preocupante sucede. Va siendo hora de asumir que nuestra democracia necesita regenerarse. Y a mi entender, Cataluña se ha cansado de esperar y de que le tomemos el pelo desde España. Si fuera alcaldesa catalana, me sentiría orgullosa por poder dar voz a mis conciudadanos. Incluso para que digan que no quieren independizarse.

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