Policía única, mando único

Policía única, mando único

Los últimos atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils reabren un debate necesario para el óptimo funcionamiento de la seguridad nacional: una Policía unificada y mando único. Una reivindicación constante por parte de algunos sindicatos de policías y agrupaciones de guardias civiles que ahora cobra más sentido si cabe tras lo acontecido en Cataluña. Sería la mejor manera de optimizar tanto las condiciones laborales como la coordinación y los medios de los agentes. Una medida que debería incluir a los efectivos de las policías autonómicas con el objetivo de ganar en eficacia ante la mayor amenaza que padece el mundo libre desde la Segunda Guerra Mundial. España es una referencia internacional en la lucha antiterrorista, ahí están las más de 700 detenciones efectuadas desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. No obstante, los ataques en Cataluña han dejado de manifiesto la falta de coordinación entre Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra. Una prueba más de que ciertas competencias autonómicas como seguridad o educación funcionan de manera deficitaria.

Más de una semana después, persisten y se intensifican las acusaciones cruzadas de ninguneo y ocultación de datos entre los distintos cuerpos. Nuestro país no puede permitirse esa imagen de constante división, casi como si cada uno hiciera la guerra por su lado. Una realidad que, dado el contexto político, es especialmente notoria en Cataluña, donde los Mossos están bajo el yugo de la sinrazón política que propugnan aquéllos que quieren romper España. De hecho, la Policía sospecha que el ‘CNI catalán’ habría recibido alertas antiterroristas que no compartió con la Guardia Civil y la propia Policía Nacional. España no puede basar su seguridad en la desconfianza porque así los yihadistas encontrarán una autopista sin obstáculos para atentar contra nosotros siempre que quieran.

Por todo ello, y dado el estado de alerta 4 reforzado —el siguiente paso sería sacar el Ejército a la calle—, los representantes políticos deben llegar a un acuerdo para unificar al máximo la actividad de los más de 250.000 efectivos policiales que hay en España. Esa unificación evitaría conflictos de competencias así como duplicidades. De tal manera que habría una Policía unificada para los asuntos de Interior y otra, en este caso el Centro Nacional de Inteligencia, para los de Exterior. Francia y Bélgica funcionan de un modo similar. Sin embargo, si tenemos que fijarnos en un cuerpo policial ese sería el FBI. Asuntos como el acaecido en Cataluña habría sido solucionado en exclusividad por ellos. Países con las parcelas bien delimitadas para evitar conflictos y, sobre todo, con el fin de cimentar una seguridad nacional efectiva. Al fin y al cabo, se trata de servir lo mejor posible al ciudadano.

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