La catedral de Barcelona se ríe de la CUP

La catedral de Barcelona se ríe de la CUP

Algún insurrecto de esos que queman fotos del Rey como quien asa sardinas en Las Ramblas, con el encanto propio del estilo punk y gótico, ha cometido un fallo garrafal. De lo contrario, no se explica que la mayestática propuesta de la CUP de expropiar y convertir la catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona en un burdel festivalero o/y en un economato de todo a 100, haya sido aparcada. Pero tratándose de bufones, esbirros de la CUP, incendiarios de poca monta con muy escasa imaginación, olvidaron detalles que podrían haber alimentado su pagana revolución.

¿Por qué no convocaron los heraldos de propuesta tan sublime a las dos lindas hijas góticas del tarado de ZP para dar fuste a esa idea que buscaba transformar una catedral sacra en un economato orgiástico, o como propone Pablo Planas en Libertad Digital: “En una academia de malabares y liceo de la flauta”? Quien fuera agitador y amante de la revolución de adolescente, antes de montar un economato para atraer inadaptados y okupas a una causa sin futuro, habría colgado de las columnas de la Seo de Barcelona a los curas pederastas que proliferan y sacian sus vicios demenciales en Cataluña.

Apenas unos nimios detalles habrían convertido un intento sedicioso y estúpido en una virguería revolucionaria. Los iconoclastas que se arremolinan en torno a la CUP tendrían que haberse dado cuenta. Ahora es la alcaldesa culé, Ada Colau, la que le devuelve la coz a Anna Gabriel, esa mala mula de la CUP, por haberle soltado un “no” a la modificación de crédito planteada por el gobierno municipal. Entre brujas desquiciadas que saldan sus cuentas a coces anda el brutal enganche por la fantástica catedral, lo cual permite a los pocos barceloneses que todavía creen en Dios, comulgar a sus anchas, sin presencia de saltinbanques ni strippers.

Lo último en Opinión

Últimas noticias