La dama Tintori y el vagabundo Maduro

La dama Tintori y el vagabundo Maduro

Leopoldo López lleva encarcelado 2 años y 6 meses en la cárcel militar de Ramo Verde. Una manifestación convocada por la oposición terminó de forma violenta tras la irrupción de la policía bolivariana. La Fiscalía pidió detenerlo y el Tribunal Superior de Justicia, chavista, alegó que debió pedir permiso para la protesta, aunque la Carta Magna venezolana establece que los ciudadanos tienen derecho a manifestarse públicamente. Leopoldo López se entregó a la Guardia Nacional y desde entonces se encuentra encarcelado. Fue condenado, tras una farsa de proceso, a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión por incitación pública a la violencia a través de supuestos mensajes subliminales en sus discursos. La pantomima procesal fue de tal calado que el fiscal que acusó a Leopoldo López denunció presiones del Gobierno venezolano y la utilización de innumerables pruebas falsas. Tuvo que salir de Venezuela.

Lilian Tintori es la esposa de Leopoldo López. Desde la detención, prisión y condena de su marido es la cara más visible de la oposición a la dictadura comunista de Maduro. Esta dama venezolana representa la dignidad en la lucha por la verdadera libertad. Personifica el pundonor y el orgullo de quien cree en sus valores y está dispuesta a sacrificar su vida por los venezolanos y por su marido. Su lucha es la lucha de la gran mayoría de sus compatriotas. Y frente a la dignidad, la indecencia. José Luis Rodríguez Zapatero se ha personado como mediador entre la oposición y el gobierno. Pero con su actitud no hace sino apuntalar un régimen tiránico. Sus declaraciones huecas, vacuas y frívolas son el mejor salvavidas del sátrapa. Su vagabunda y cobarde equidistancia reflejan el calado de semejante personaje.

La Gran Alianza Nacional acusó al expresidente del Gobierno español ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de contribuir, de forma cómplice y pérfida, a que se agrave la crisis humanitaria en Venezuela. No se puede decir más hacía quien cada vez es menos. Siempre fue casi nada, una nimiedad. Zapatero con su infame e indecorosa actitud ha sido cómplice directo del padecimiento y constantes sufrimientos del pueblo venezolano. Su papel de vagabundo ha contribuido a entregar en bandeja de plata a Maduro la cabeza de la oposición a la dictadura chavista. Zapatero no media, se alía con el déspota y consigue ganar tiempo al Gobierno de Maduro. La dama persevera por una Venezuela libre. El vagabundo se entromete y tercia para mantener un gobierno que asfixia a su gente.

La economía venezolana se ha contraído un 10% y, según el Fondo Monetario Internacional, Venezuela estará en recesión hasta 2019. El precio de los productos se dispara y la inflación crece hasta el 475%. El precio del petróleo estaba por encima de 100 dólares en 2014 y hoy oscila alrededor de 50 dólares el barril tras caer hasta un mínimo de 26 dólares. La escasez de alimentos ha provocado muertes. Los venezolanos están sin productos básicos como leche, huevos, harina, jabón y papel sanitario. Venezuela ya es el país más pobre de América superando a Haití. El número de hogares que viven en la pobreza creció hasta el 82% el año pasado y un 52% con pobreza extrema, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida.

Y para mantener cierta calidad de vida, la búsqueda de productos de primera necesidad como harina, arroz o papel higiénico lleva a los venezolanos a hacer trueques en Whatsapp o Facebook. La dama lucha por una sociedad más justa. El vagabundo, irresoluto y temeroso, se sirve de la hipocresía para vigorizar un régimen execrable. La hipocresía es el acto de fingir que se tienen cualidades, ideas y sentimientos que en realidad no se tienen. Como decía Moliere, el gran dramaturgo francés, “La hipocresía es el colmo de todas las maldades”.

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