Dura lex sed lex

Los pensadores de la antigua Roma, padres del Derecho, decían que «la ley es dura, pero es la ley». Ese dura lex sed lex debería regir la conducta de todos los candidatos socialistas a las primarias del partido, ya que las normas son las mismas para todos. No obstante, Pedro Sánchez persevera en el error y trata de ajustarlas a sus intereses. Así ocurre con el tema de la financiación. El madrileño quiere mantener —contra los propios estatutos del partido— el anonimato de sus donantes y construir así una financiación a su medida. Una voluntad que contraviene el artículo 27 del reglamento de afiliados y que incluso, de no recapacitar, podría dar con sus huesos fuera del partido. Si Sánchez hace esto para provocar a la Gestora, equivoca el rumbo de su futuro político. Lejos de generar empatía en la militancia, las constantes displicencias hacia el principal órgano de gestión que tiene el PSOE en estos momentos le confieren un aire antisistema. Distante de la mesura que hasta el momento están exhibiendo tanto Patxi López como Susana Díaz.

El candidato vuelve a estar más cercana del neopodemita veleidoso de su última etapa como secretario general que del perfil congruente que necesita el principal partido socialdemócrata de España para resurgir de sus cenizas. Su intento de reconquistar la Secretaría General del PSOE está siendo demasiado tumultuoso, siempre rodeado de conflictos y polémicas. Algo que, sin duda, le puede costar apoyos de cara a conseguir sus objetivos. Cada nueva disputa socava su maltrecha credibilidad, especialmente si consideramos que en 2014 aceptó las mismas reglas del juego que ahora discute. Entonces, se impuso contra todo pronóstico a Eduardo Madina en aquellas primarias de hace tres años. Su deriva de ahora se debe a algún interés demasiado intrincado como para granjearle nada positivo. El Partido Socialista necesita estabilidad y un líder creíble. El tumulto continuado lo aleja de unos votantes que, por ahora, y según todos los sondeos, se debaten entre Ciudadanos y Podemos.