La Gran Apuesta 2.0

La Gran Apuesta 2.0

La Gran Apuesta es una película del 2015 que se basa en la historia real de un par de fondos que apostaron por la explosión de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en 2007 y que consecuentemente ganaron fortunas en 2008. La apuesta se basaba en que ciertos productos crediticios iban a desplomarse cuando llegara la crisis inmobiliaria y los seguros sobre éstos se encarecerían mucho.  Estos productos eran CDOs —Obligaciones Colateralizadas por Deuda—, los cuales al principio eran una mezcla de deudas corporativas. Más tarde, se incluyeron hipotecas y para cuando la burbuja estaba en máximos, los CDOs contenían, sobre todo, hipotecas de alto riesgo —las famosas subprime—. A pesar de contener este tipo de hipotecas, las agencias crediticias daban a estos productos las notas más altas —implicando que el riesgo de éstas era muy bajo—. Cuando el mercado inmobiliario empezó a bajar y ya no se podía vender una casa con beneficio de un mes a otro, muchas hipotecas se dejaron de pagar. Esto reflejó el verdadero riesgo de las subprime y los seguros se multiplicaron en valor.

En el presente, unos cuantos fondos están volviendo a apostar contra CDOs, pero esta vez CDOs con deuda de centros comerciales. Lo cierto es que los centros comerciales en Estados Unidos están pasándolo mal. Según nos cuenta Bloomberg tres grandes empresas estadounidenses de ventas al por menor, Macy´s y JCPenney y Sears, planean cerrar 100, 140 y 150 tiendas respectivamente. Y es que han sido las peores Navidades que estas empresas recuerdan. Además, los impagos en créditos de tienda —el equivalente a la tarjeta Corte Inglés—  han subido al 6.5% de un 3%. Bloomberg también añade que el número de quiebras de empresas al por menor es el mayor desde la Gran Depresión de los años 30.

Algo insólito es que los propios consejeros delegados de las empresas digan lo mal que está el mercado. Richard Hayne, consejero delegado de Urban Outfitters, explica que en los años 90 y en los 2000 se crearon demasiados centros comerciales pensando que el consumidor americano tenía capacidad de compra infinita y, ahora, que nos damos cuenta de que no es así, la burbuja de los centros comerciales se ha pinchado. Por su parte, el consejero delegado de UNFI, Steven Spinner, dice que está habiendo una fuerte caída de precios y la competencia entre unos y otros es muy agresiva. Finalmente, Brian Cornell, consejero delegado de Target, comenta que sus competidores están con el agua al cuello. Reducen costes y precios porque, si no, no sobrevivirán.

Podemos analizar estas palabras de los consejeros delegados y darnos cuenta de que no es que el consumidor esté en horas bajas. Ninguno menciona a los consumidores, menos Richard Hayne que dice que el consumidor no es infinito. Parece ser que el problema reside en que la gente en Estados Unidos ya no va lo suficiente a los centros comercial. El potencial culpable de esta tragedia sería Amazon. En los últimos 10 años, todos los grandes vendedores al por menor de América han visto los precios de sus acciones caer, mientras Amazon ha subido un 1.927%. Mientras, estas corporaciones cierran tiendas, Amazon dice que va a contratar 100.000 personas en los próximos 18 meses. Las estadísticas del Gobierno estadounidense dicen que “sólo” un 12% de las compras son online. Si esto es verdad, entonces, La Gran Apuesta va a ser otra gran película en unos años.

Lo último en Opinión

Últimas noticias