Ferraz: ¿Y ahora qué?

Ferraz: ¿Y ahora qué?

Después del pasado fin de semana ya han comenzado su nuevo curso las formaciones de Partido Popular y Podemos. Y hace unos días, Ciudadanos. Cada uno en su línea. Ahora les toca el proceso en cascada de sus congresos regionales, sus purgas, sus ajustes de cuentas, sus decepciones internas y sus buenas voluntades para mantener el tipo con la que está cayendo. Ya es evidente que los dos partidos nuevos, los de la nueva política han apostado por mantener a sus todopoderosos líderes. Habría que plantearse entonces si el sistema interno de los partidos genera inercias o si en el fondo la militancia tiende a ser un poco conservadora, si los líderes que hablan tanto de no agarrarse a los sillones en el fondo tienen un poquito de fiebre de poder —aunque hay que reconocerles que su primer mandato ha sido corto e intenso y que también es lógico aguantar un par de mandatos—. Habría muchas cosas que analizar con la estampa que nos han dejado los tres congresos.

Sin embargo falta uno a la cita: el PSOE. No se sabe muy bien si está rezagado o si va por delante de los otros tres. Le explico: si todo el follón que tienen montado es para perpetuar las formas de hacer del aparato y conseguir por activa o por pasiva que Susana Díaz se haga con los mandos, entonces en este caso, irán por detrás de las otras tres formaciones. Porque los tejemanejes que han puesto sobre la mesa y ante los ojos de todo un país demostrarían que siguen pensando que lo que opinen las bases, lo que piense el electorado ha de pasar por debajo de lo que quieran los barones. Y eso significa, a mi entender, que no han comprendido nada. Si, por el contrario, aprovechase el PSOE la oportunidad que tiene en bandeja de hacer un proceso congresal participativo, limpio, dinámico y al mismo tiempo de profundo calado político, estaría ganando muchísimos puntos. Porque de este modo podría adelantar por la izquierda, y por arriba, a los demás partidos. Es como si pudieras presentarte a un examen cuando todos tus compañeros ya lo han hecho y sabes en qué van a consistir las preguntas.

Apostar por la participación de la militancia, elaborar un documento político que invite a participar también al electorado, demostrar juego limpio y respeto entre compañeros y plantarle cara con firmeza a las irregularidades que se hayan cometido hasta ahora serían la clave para poner al Partido Socialista en el camino de una recuperación muy necesaria y positiva. Como se dice coloquialmente: «Lo tienen a huevo». Dependerá de su honestidad, de su generosidad y valentía apostar por encabezar realmente la regeneración que este país está pidiendo a gritos. Aunque desgraciadamente parece que por sus actuaciones en la oposición están colocándose bajo el ala de un Partido Popular anquilosado y con fuerte a olor a corrupción.

Personalmente, como socialista demócrata, espero sinceramente que no vuelvan a desaprovechar esta oportunidad. Ahora ya todo el mundo ha visto las entrañas y entretelas de una organización de la que se espera mucho más para hacer frente al desmantelamiento del Estado de Bienestar. Este país se merece un PSOE diferente. Se merece una política diferente, pero PP, Ciudadanos y Podemos ya han dado la señal en sus Congresos de que van a seguir jugando a que todo siga más o menos igual.

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