España real por un lado, España oficial por otro

La demoscopia es la gran derrotada de este 26 de junio junto con Unidos Podemos. Los distintos sondeos y barómetros previos no han dado una, demostrando que la opinión publicada va por un lado y la opinión pública, por otro. Tan sólo la encuesta de IMOP para Llorente & Cuenca predijo 136 escaños para el Partido Popular el pasado 19 de enero. Prueba de que los deseos pocas veces se corresponden con la realidad en política. Ante la ilusión partidista y pseudoprofesional de aquellas consultoras y medios de comunicación afines a Podemos, se antepone la testaruda realidad. Además de la victoria popular, el sorpasso interruptus al Partido Socialista o los 71 escaños morados han sido otros puntos claves de la gran concatenación de vaticinios errados. Una manera de engañar a los españoles y de adulterar la realidad política que debería hacer reflexionar a los autores.

El dicho popular de que «no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo» ha cobrado durante esta velada la categoría de normal. Las encuestas previas a este domingo llegaron a predecir casi una centena de escaños para Podemos, cantidad que han fallado en más de 20 escaños con una merma añadida de más de un millón de votos en tan sólo seis meses. Una situación que deja a la formación dirigida por Pablo Iglesias en un contexto bien distinto al que pronosticaban la práctica totalidad de los muestreos. Por ejemplo, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del pasado 9 de junio no hizo otra cosa que profundizar en el error al otorgar al PP entre 118 y 121 escaños. A la par, y persistiendo en el fallo, auguraban una amplia ventaja de Unidos Podemos sobre el PSOE. A los de Iglesias le daban entre 88 y 92 escaños mientras que el partido dirigido por Pedro Sánchez se quedaba en una horquilla de entre 78 y 80. Una realidad que se ha demostrado radicalmente distinta a la que finalmente han definido la mayoría de los españoles con sus votos.