El Corte Inglés sigue ejerciendo de asturiano en Madrid

Por si ustedes no lo saben, El Corte Inglés lo fundó un asturiano de nombre Ramón Areces que emigró a Cuba y allí conoció la dinámica de los centros comerciales importados de los Estados Unidos. Después vino a Madrid y empezó a competir contra otro asturiano, Pepín Fernández, que era el dueño de Galerías Preciados, su eterno rival que finalmente acabó comprando.

Desde aquella época se conformó una suerte de lobby astur que continuó su sobrino Isidoro Álvarez, con Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa del Rey y otros ilustres «guajes» como el periodista Lalo Azcona, Blas Herrero o la familia Masaveu. Para no perder esas raíces, esta semana El Corte Inglés invita a una serie de periodistas a la semana gastronómica asturiana en la que no faltan el cabrales, las fabes, el cachopo y el arroz quemau.

Un bonito homenaje a sus orígenes y una forma, en colaboración con las autoridades del Principado de reivindicar lo suyo. Lo suyo que, de alguna manera, es también lo de toda España, ya que Asturias es un buen símbolo de nuestro país ahora que nuestro país está tan necesitado de símbolos que brillen y gente que sume porque, al fin y al cabo, eso es Asturias: la suma de mucho de lo bueno que tiene este país nuestro.