Oriente Medio

EEUU recibe el apoyo de Francia, Reino Unido y Alemania frente a Irán

Irán
El presidente iraní, Hasán Rohani.

Condena sin paliativos a la actitud de Irán en Oriente Medio tras los últimos ataques a instalaciones de la petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco, llevados a cabo por los hutíes: ese ha sido el mensaje claro que se ha lanzado dentro de la cumbre anual de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La facción rebelde hutí lucha en la guerra de Yemen para socavar el Gobierno establecido, bajo el sustento iraní, y es combatida por una coalición árabe liderada por Arabia Saudí y apoyada por naciones como Emiratos Árabes Unidos.

En este sentido, los líderes de las principales potencias europeas se pronunciaron de una manera clara y meridiana. Así, Emmanuel Macron, presidente de Francia, Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, y Angela Merkel, canciller de Alemania, denunciaron la actitud de Irán en Oriente Medio, al que acusan de ser el “responsable” de la operación del 14 de septiembre contra dos refinerías de Saudi Aramco en los territorios de Abqaiq y Khurais, materializada mediante drones operados por los hutíes y detrás de la cual estaría Irán.

“Está claro para nosotros que Irán es responsable de este ataque. No hay otra explicación”, destacaron en un comunicado conjunto los jefes de Gobierno de Reino Unido, Francia y Alemania; facilitado tras un cónclave tripartito celebrado este lunes al margen de la cumbre anual de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Alineamiento claro

Los máximos dirigentes de los principales países de la Unión Europea respaldaron así a Estados Unidos, que señaló al régimen de los ayatolás en referencia a la autoría de estas operaciones contra instalaciones petrolíferas de Saudi Aramco, tanto la de procesamiento de petróleo de Abqaiq como el campo petrolífero de Khurais.

Este pronunciamiento es de una importancia vital porque supone un alineamiento claro de varios de los principales actores políticos de la comunidad internacional en favor de la Administración Trump, que sigue señalando a la República Islámica de Irán como principal responsable de la situación de inseguridad que se vive y respira en Oriente Medio.

De esta forma, se apunta a Teherán por estar detrás de ataques y sabotajes llevados a cabo contra petroleros en aguas del golfo Pérsico y de los ataques hutíes materializados sobre todo contra intereses saudíes. Todo lo cual ha sido negado en repetidas ocasiones por el país presidido por Hasán Rohaní.

Washington ya aplicó sanciones políticas y económicas a Irán tras abandonar el año pasado el pacto nuclear que se rubricó con las autoridades iraníes en 2015 para controlar su programa atómico, destacando sobremanera las referentes al comercio de petróleo, principal fuente de ingresos del país persa.

Comportamiento poco fiable

El Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) trataba de limitar el desarrollo nuclear de Irán a cambio de beneficios políticos y económicos y estaba acordado con otras potencias como Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China, pero EEUU decidió desmarcarse por comportamientos poco fiables del régimen iraní en Oriente Medio. Mientras tanto, el resto de los firmantes sí tomó la determinación de seguir adscrito a este pacto, que sigue vigente.

Irán no se amilanó y se vino arriba a pesar de la firmeza norteamericana y llegó a lanzar diversas amenazas en respuesta a las sanciones recibidas. Entre ellas estaban las de bloquear el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio mundial de petróleo, la de aumentar su actividad relativa al enriquecimiento de uranio y la de seguir comerciando con su crudo.

En cualquier caso, Francia, Reino Unido y Alemania han hecho también desde Nueva York una apelación a la diplomacia. «Llamamos a Irán a comprometerse de cara al diálogo y abstenerse de cualquier nueva provocación y escalada», se apuntó en el comunicado conjunto, en el que además se aseguró que «los ataques también resaltan la necesidad de una desescalada en la región, de esfuerzos diplomáticos sostenidos y compromiso de todas las partes».

Para estos países las agresiones “remarcan la importancia de llevar a cabo esfuerzos comunes hacia una estabilidad y seguridad regional”. Ello incluye también la necesidad de una solución política al conflicto de Yemen, donde subyace un nuevo choque entre las dos ramas principales del islam, la suní, representada principalmente por Arabia Saudí, y la chií, con Irán como gran estandarte actualmente.

Varios actores internacionales han solicitado en las últimas fechas un entendimiento entre EEUU e Irán. En esta línea, el presidente francés Emmanuel Macron ha abogado últimamente por una reunión entre Donald Trump y Hasán Rohaní, imagen que todavía no se ha producido y que parece difícil que llegue. Desde Irán se ha destacado, desde los principales representantes como Rohaní o el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, la condición inexcusable de que se retiren las sanciones que pesan sobre Irán para volver a un entendimiento o nuevo acuerdo sobre el programa atómico iraní.

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