¿Sabías que vivimos sobre un gigantesco imán llamado Planeta Tierra? La electricidad y el magnetismo son fuerzas de la naturaleza, todos los organismos vivos generan electricidad. La ciencia se ha ocupado de investigar este fenómeno a nivel celular, pues es imprescindible para la vida. Por otra parte, la impresionante expansión de la producción y uso de electricidad ha dado lugar a la creación de campos electromagnéticos artificiales tienen impacto sobre la salud. Así nace la bioelectricidad. ¿En casa hay celulares, pantallas, horno de microondas, Internet inalámbrica, cables y cajas eléctricas? Entonces lo que sigue te interesará.
Campos electromagnéticos en el hogar
La bioelectricidad es el estudio de dos fenómenos:
- La electricidad generada por los organismos vivos, a nivel celular.
- El efecto de los campos electromagnéticos externos sobre la salud.
El aspecto que más interés y controversias despierta es el segundo. Sucede que en la vida cotidiana estamos atravesados por innumerables campos electromagnéticos de diferentes intensidades.
Las fuentes más importantes de campos electromagnéticos en el hogar son:
- Aparatos electrodomésticos.
- Luz fluorescente.
- Horno de microondas.
- Radios portátiles.
- Ordenadores.
- Teléfonos móviles.
- Televisores.
Tipos de campos electromagnéticos
Estos aparatos generan dos tipos de campos: eléctricos y magnéticos. Se deben tener en cuenta los siguientes elementos:
- Los campos eléctricos solo se forman cuando el equipo está funcionando. Los magnéticos, aunque estén apagados.
- La intensidad de los campos electromagnéticos es más alta cuanto más cerca estamos de la fuente.
- Los materiales como maderas o paredes no atenúan la intensidad de los campos magnéticos pero sí de los eléctricos.
Si bien hay muchos mitos alrededor de los efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud y el medio ambiente, tienen algunas consecuencias probadas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud en 1996 comenzó a alertar sobre el problema. Debido a esto, la mayoría de los países han establecido límites para la exposición de las personas a campos electromagnéticos.
En España el límite por debajo del cual los campos no provocan ningún efecto nocivo sobre la salud es de 100 microtesla. La mayoría de los equipos mencionados tienen frecuencias muy inferiores a la máxima admitida.
Efectos de los campos magnéticos sobre la salud
Los campos electromagnéticos pueden tener consecuencias sobre la salud. Sus efectos son variados para un rango bastante amplio de intensidades. Por ejemplo, pueden interferir con dispositivos como marcapasos o bombas de insulina.
Aunque por debajo de los máximos admitidos no hay ningún efecto sobre la salud, potencias mayores sí pueden tenerlos. Estas son algunas de las consecuencias probadas:
- Reacciones cutáneas. Pueden provocar sensaciones desagradables.
- Cáncer. Los estudios son insuficientes, aunque algunos demuestran mayor riesgo de leucemia en niños que viven cerca de líneas de alta tensión. También se ha asociado el uso de teléfonos inalámbricos a mayor riesgo de glioma.
- Alteraciones visuales. Puede causar magneto fosfenos, que es la percepción de puntos de luz.
- Efectos auditivos. Ondas de alta frecuencia y radares pueden producir “clics” en los oídos.
- Mal funcionamiento, averías electrónicas, sobrecalentamiento.
- Efectos sobre la salud en general. Pueden provocar cefaleas, malestar, náuseas, dificultades para conciliar el sueño.
La bioelectricidad en el hogar: materiales
Cada vez más personas están preocupadas por el impacto de los campos electromagnéticos en la salud. En el hogar los campos electromagnéticos están presentes a través de múltiples dispositivos, aparatos e instalaciones eléctricas.
Por ese motivo se han desarrollado materiales bioeléctricos. Están diseñados para reducir los campos electromagnéticos generados por la corriente. Se utilizan nuevos materiales, como polímeros o pinturas especiales, y también sensores para desconexión automática.
Entre estos se encuentran:
- Cajas eléctricas anti radiación, cubiertas por pintura galvanizada o conductora de grafito. Permiten confinar los campos electromagnéticos y ahorrar energía.
- Tomacorrientes protegidos.
- Bio-interruptores. Desconectan automáticamente los circuitos para evitar la carga electromagnética y evitan las radiaciones de baja frecuencia. Se incluyen distintos dispositivos domóticos como detectores de presencia humana para encender o apagar luces o suspensión de funcionamiento de pantallas por tiempo de no uso entre otros.
- Cables blindados y vainas apantalladas para el cableado no embutido en paredes.
Protección de los efectos de los campos electromagnéticos
Los avances en la bioelectricidad también han permitido difundir una serie de recomendaciones o estrategias para protegerse de los efectos de los campos electromagnéticos.
Una de las principales preocupaciones es la protección del organismo durante las horas de sueño o descanso. El cerebro tiene una intensa actividad eléctrica y los campos electromagnéticos están asociados a las ondas cerebrales.
Se recomienda:
- Contar con una muy buena puesta a tierra en el hogar. Es imprescindible para la seguridad general de las instalaciones eléctricas, pero también suprime la radiación de los campos eléctricos.
- Protección del dormitorio. No colocar el radio-reloj despertador ni dejar cargando el celular en la mesilla de noche. No instalar electrodomésticos en habitaciones contiguas ya que las paredes no interrumpen los campos electromagnéticos. Las instalaciones eléctricas siempre deben ser blindadas. Evitar el uso de materiales sintéticos en mobiliario, moquetas o cortinas.
- Utilizar el teléfono móvil solo cuando sea necesario.
- Evitar los cierres herméticos, permitir la ventilación adecuada y no permanecer mucho tiempo en ambientes con aire acondicionado.
Ahora que ya sabes qué es la bioelectricidad revisa tus instalaciones eléctricas. ¡Tu salud te lo agradecerá!