Aunque muchas personas no lo conozcan, el aceite de palma es uno de los más empleados en diferentes procesos industriales. De hecho, compite a la par con el aceite de soja, una grasa vegetal que nos suena mucho más familiar. Hace ya algunos años que se viene discutiendo sobre el empleo del aceite en palma en la industria alimentaria, considerando sus potenciales riesgos a la salud y los daños ambientales de su explotación. En la actualidad se cuestiona también su presencia en otros productos, entre ellos los combustibles, y más específicamente el gasoil diésel. A continuación, hablaremos en más detalles de los puntos clave en este debate.
¿Qué es el aceite de palma y cómo se obtiene?
Para entender por qué la explotación de este aceite genera tanta polémica, primero debemos entender qué es y cómo se obtiene. De esta forma, el aceite de palma es una de las materias grasas extraídas de la pulpa del fruto de la palma de Guinea (Elaeis guineensis), mediante un proceso de prensado.
Esta palmera es originaria del continente africano y se caracteriza tanto por el rápido crecimiento, como por el alto rendimiento de sus frutos. Ello significa que su cultivo y explotación resultan muy rentables y relativamente sencillos. No obstante, los métodos aplicados en la actualidad suponen un impacto muy agresivo al entorno.
A medio o largo plazo, su efecto en los ecosistemas se asemeja al del pino en los bosques mediterráneos. ¿Qué significa? Pues que dan origen a bosques muy densos, pero con muy baja biodiversidad, es decir, con pocas variedades en su interior. Además de conllevar al progresivo deterioro del suelo, que impide el crecimiento de otras especies a futuro.
Por su composición, el aceite de palma se considera un híbrido con 50% de grasa y aceite vegetal. Ello ocurre porque se trata de un producto refinado, que contiene alrededor de 45% de ácido palmítico, un 35 a 40% de ácido oleíco y un 10 a 15% de ácidos grasos monoinsaturados. De esta manera se diferencia de la grasa de palma, que es un subproducto de la misma palmera que contiene al menos 70% de grasas saturadas.
¿Qué productos contienen aceite de palma?
Hoy resultaría más sencillo enumerar cuáles no lo contienen. Y es que el aceite de palma es ampliamente empleado, no solo en la fabricación de alimentos, sino también productos cosméticos, de limpieza, velas, y en el gasoil diesel. A continuación, listamos los principales productos donde seguramente lo encontraremos:
Aceite de palma en los alimentos
Sin duda, la industria alimenticia es una de las más beneficiadas por el aceite de palma. Se utiliza tanto como estabilizante y conservante, como para mejorar la textura de varios alimentos, dejándolos más tiernos o cremosos. Con el tiempo, ha ganado espacio como sustituto de las grasas hidrogenadas.
¿Y si este aceite es una opción más saludable o menos dañina para la salud?
Imposible contestar con seguridad en la actualidad… El alto contenido de grasas saturadas en el aceite de palma y el intenso proceso de refinado involucrado en su producción, según muchos expertos, pueden resultar altamente perjudicial para nuestro organismo. Al favorecer el incremento de los niveles de colesterol, podría impactar negativamente en la salud cardiovascular. Además, un reciente estudio asocia su consumo con el aumento del riesgo de metástasis.
¿Qué alimentos contienen aceite de palma?
Los principales son:
- Lácteos: mantecas, quesos fundidos y natillas (principalmente en las versiones “para niños”).
- Cremas y productos para untar: margarinas y cremas de cacao, especialmente.
- Snacks: galletas, tostadas, pasteles y toda clase de bollería industrial, patatas fritas, chips y aperitivos.
- Pizzas congeladas y varios otros precocinados.
Aceite de palma en cosméticos y productos de limpieza
La industria cosmética también suele incluir este ingrediente en sus composiciones debido a su untuosidad y sus propiedades estabilizantes. Casi siempre está presente en cremas corporales, lápices labiales, jabones de higiene personal o cuidado estético, entre otros.
Ya en los productos de limpieza, el aceite de palma comúnmente forma parte de la fórmula de jabones y detergentes, debido a sus propiedades tenso activas. Además, en la producción de velas, se usa como una alternativa a la parafina.
Aceite de palma en el gasoil diésel
No hace mucho tiempo desde que se ha dado a conocer que más de la mitad del aceite de palma importado en el continente europeo se destina a la fabricación del gasoil diésel. La palma es una de las materias primas usadas en la elaboración del biodiesel, al igual que la soja, el girasol y la colza.
Ello ha cambiado radicalmente el panorama para las campañas de combate al consumo de esta sustancia, que se venían centrando principalmente en los productos alimenticios. Tanto es así que alrededor de 90% de los europeos no estaban conscientes de la presencia del aceite de palma en los combustibles que utilizan diariamente en sus vehículos.
Muchas asociaciones ecologistas han empezado a concienciar los consumidores sobre los combustibles diesel que incluyen el aceite de palma entre sus componentes. Estos son, sobre todo, el B10 (que representa 10% de los biocombustibles), y el comercializado bajo el nuevo etiquetado B7 (un 7% de los biocombustibles).
A través del hashtag #NotInMyTank (#NoEnMiDeposito), se promueve una campaña masiva para desalentar el consumo de estos combustibles. Además de llamar la atención de los políticos y líderes mundiales, sobre la importancia de impedir que un ingrediente sumamente perjudicial al medio ambiente y la salud humana, pueda seguir siendo usado de forma indiscriminada en esta industria.