Las Islas Hébridas es uno de los archipiélagos más conocidos del mundo. Ubicados en Escocia y parte de Irlanda del Norte, frente a las márgenes noroccidentales del océano Atlántico. Por las aguas que corren entre esta barrera natural y la isla Gran Bretaña, se le conoce también con el nombre de Mar de la Hébridas. Se trata de parajes que despiertan gran interés turístico, geológico y cultural. Parte de los mejores whiskies escoceses se producen en esta región.
El idioma de la mayoría de sus habitantes es el gaélico escoces. Una lengua indoeuropea de rama celta. Se cree que una etnia de navegantes irlandeses la llevaron consigo cuando se instalaron en algunos de estos bloques de piedra y tierra que surgen de las entrañas del mar.
El conjunto total suma unos 7.285 kilómetros cuadrados, formado por más de 500 islas, de las cuales solo un centenar están habitadas. Son 70.000 las personas que viven en ellas, aunque el flujo de turistas suele ser constante.
Las más antiguas
Parte del interés científico que despiertan obedece a que fueron las primeras masas de tierra que sobresalieron en esta región. De hecho, se les considera como las mayores (en cuanto a edad) de las Islas Británicas.
En algún momento de la historia, fueron motivo de disputa entre vikingos noruegos y escoceses. Aunque desde 1266, casi la totalidad del archipiélago pasó a manos del Reino de Escocia. Y desde 1603, con el ascenso de Jacobo VI, forma parte de Reino Unido.
Se dividen en dos grupos:
- Las Islas Hébridas Interiores, ubicadas frente a las costas escocesas. Tan cerca que incluso hay un puente que une por carretera a Gran Bretaña con la isla de Skye.
- Frente al Atlántico se ubica el grupo de las Hébridas Exteriores u Occidentales. Además del mar homónimo, están separadas de Escocia por el estrecho de Minch. En ambos grupos abundan paisajes únicos, lo que es uno de los motivos de porqué son tan especiales.
Islas Hébridas Interiores
En torno a 19.300 personas habitan en esta subdivisión. Entre los islotes que destacan dentro de este grupo aparece la ya mencionada Skye, la cual se conoce también con el apelativo de isla de las nubes. Es la más grande del sector, de unos 1.656 Km2. Respecto a dimensiones le sigue la isla de Mull, con 875 kilómetros cuadrados. En el extremo norte están las islas Small, de los muchos pequeños archipiélagos que adornan el conjunto marino y agreste.
Uno de los puntos con un interés histórico y cultural particular es la isla de Iona. Se trata de un pequeño islote ubicado a un costado de la isla de Mull. Se le considera la cuna del cristianismo escocez. Mientras que una de las coordenadas favoritas para los amantes del Whiskey es Islay. Las catas ofrecidas por los productores de este licor son muy comunes.
Islas Hébridas Exteriores
También conocidas como Hébridas occidentales, por su ubicación más al oeste. De este grupo destacan las islas de North Uist y South Uist. Así como la isla de Lewis y Harris, que con sus 2178 Km2 es la más grande del archipiélago y la tercera de todas las islas británicas, solo por detrás de Gran Bretaña e Irlanda.
Dentro de su superficie abundan montañas con alturas superiores a los 300 metros. Rasgo que resulta atractivo para quienes gustan del senderismo. Así mismo, en esta isla se produce el célebre tejido tweed Harris. Hecho de lana virgen y muy apreciado entre los miembros de la realeza británica.
Una de las opciones para llegar desde Escocia a las Hébridas Exteriores es en avión. Se aterriza en el Aeropuerto de Barra, ubicado en la isla del mismo nombre, que ofrece conexiones con Glasgow y la isla de Benbecula. Esta terminal es una atracción en sí misma. Es la única en el mundo asentada sobre la superficie de una playa con operaciones regulares.
Territorios de paz y tranquilidad
Si por algo destacan las Islas Hébridas, es por la paz y la tranquilidad que se respira en sus parajes. Entre otras cosas, es uno de los rincones más visitados del mundo cuando el objetivo de un viaje recreativo es ‘escaparse de todo’. Principalmente del ajetreo y el bullicio de los grandes centros urbanos. Al igual que del estrés laboral.
El clima templado es otro de sus rasgos característicos. Prácticamente no hay días cálidos, ni siquiera a mitad del verano. En cambio, las lluvias sí son bastante frecuentes. Esto gracias a la acción del viento sobre las nubes que se posan sobre esta región. Aunque salvo en los casos de tormentas – que tampoco son extraños – este detalle forma parte del ‘romanticismo’ que abunda en la región.
Para quienes rentan coches durante sus recorridos, vivir experiencias tras el volante es otro atractivo particular. Las carreteras son muy estrechas, con muchos kilómetros en donde solo cabe un vehículo. ‘Condimentadas’ con subidas y bajadas constantes.
Irresistibles
Una visita a las Islas Hébridas es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Es descubrir territorios antiquísimos y al mismo tiempo, de los menos modificados por la acción humana.