Sin una correcta gestión, hay múltiples actividades productivas que incurren en graves delitos contra el medio ambiente. La contaminación de los ecosistemas terrestres y marinos y el avance desmedido sobre los hábitats, son amenazas a la biodiversidad de nuestro planeta. Si bien las empresas deban asumir el protagonismo en el cambio de la lógica productiva, también los ciudadanos pueden hacer su parte. A continuación, hablaremos sobre los cinco peores delitos contra el medio ambiente y cómo podemos ayudar a mitigar su impacto dañino.
¿Cuáles son los peores delitos contra el medio ambiente y cómo podemos combatirlos?
Tráfico de animales silvestres
Esta es una de las mayores amenazas a la supervivencia de numerosas especies y al equilibrio de los ecosistemas. En la actualidad, se considera el tráfico de animales la tercera actividad ilícita más importante (y peligrosa) del mundo. A cada año, se estima que mueve alrededor de 1 billón de dólares, quedando detrás solamente del tráfico de armas y narcóticos.
Casa 40 millones de animales autóctonos son retirados forzosamente de sus hábitats naturales a causa del tráfico anualmente. Y se estima que solo una de cada diez especies capturadas logra sobrevivir en cautividad.
El consumidor desempeña un rol central en la manutención de este negocio ilícito, y también en su erradicación. La sencilla decisión de no adquirir mascotas exóticas, especialmente si no tienen su procedencia controlada, puede ayudar a combatir uno de los mayores delitos contra el medio ambiente.
Gestión inadecuada de residuos
La generación de basura es uno de los grandes problemas de nuestra era. A medida que la población mundial sigue creciendo, cada vez se produce una cantidad más elevada de residuos. Sin una correcta gestión y tratamiento, esta enorme cantidad de basura es descartada en lugares inapropiados, contaminando el suelo y las aguas.
Los vertederos a cielo abierto y las prácticas de incineración aún son comunes en casi todos los países. Pero su erradicación resulta crucial para la conservación de los bosques, océanos y demás ecosistemas. En este sentido, es urgente fomentar el reciclaje como una vía más inteligente y sustentable de gestionar los residuos domiciliares e industriales/productivos.
Para aportar tu granito de arena, adopta hábitos de consumo más conscientes para evitar desperdicios y reducir la producción de residuos. Además, intenta reciclar en casa, dando un nuevo uso a numerosos objetos que, habitualmente, descartarías.
Tala de árboles indiscriminada
Uno de los principales motores de la deforestación es la “necesidad” de conseguir materias primas para producir madera, y nuevos espacios productivos para la agricultura y ganadería. La tala indiscriminada destruye los bosques y las selvas, dejando a miles de especies sin su hábitat natural y generando un impacto devastador en la calidad del aire. Entre otros problemas ambientales…
¿Qué hacer para combatir otro de los peores delitos contra el medio ambiente? Intenta reducir el consumo de cartón, papel y madera, además de todo tipo de producto descartable. A la hora de comprar, opta por productos certificados con el sello de FSC y-o fabricados con materias primas recicladas.
El acelerado descarte de productos tecnológicos
La tecnología nos ha aportado numerosos beneficios, pero también significa un posible impacto ambiental. Para tener una idea, los países desarrollados producen anualmente alrededor de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos. Si no existe una correcta gestión y una política de reciclaje, estas toneladas se convierten en basura y se acumulan. Lo que implica riesgos de contaminación para el medio ambiente y para la salud humana.
Vertidos ilegales
Lamentablemente, sigue siendo una práctica común en muchos países, inclusive donde está prohibida por ley. El vertido indiscriminado de desechos sanitarios y residuos tóxicos es uno de los peores delitos contra el medio ambiental por la acelerada potencia de contaminación de masas de agua.
Pero el daño no se limita a los ecosistemas acuáticos, ya que parte del agua se infiltra en el suelo y contamina la tierra. En consecuencia, no solo conlleva a la muerte de numerosas especies, sino también contamina recursos naturales de valor inestimable para la vida en nuestro planeta (la nuestra, inclusive).
En estos dos últimos casos, los ciudadanos pueden desempeñar un rol activo al exigir de sus gobiernos, de forma conjunta, la creación de medidas concretas para frenar las malas prácticas de descarte de residuos.
