El pescado es una fuente de proteínas magra y saludable, por lo que siempre aconsejan los nutricionistas consumirlo dos veces por semana. Algunos de los pescados más aconsejables para que formen parte de una dieta saludable son los aceitosos como el salmón, atún y las sardinas, ya que aportan esas grasas omega-3, buenas tanto para el corazón como para el cerebro. Pero también hay una lista de peces no comestibles, que alertan varias organizaciones medioambientales, los cuales debemos eliminarlos del menú. Las razones en muchos casos son porque tienen un alto nivel de mercurio y PCB. El Fondo de Defensa Ambiental (EDF) también ha publicado avisos de salud sobre algunos de estos peces.
Peces no comestibles que debes evitar
Atún rojo
El Fondo Mundial para la Naturaleza en diciembre del 2009, incluyó al atún rojo en su lista de especies amenazadas. Para los grupos ambientalistas, si bien lo ven desde el lado de protección de la especie, otros aspectos de este pez son también lo que hacen que esté entre los peces no comestibles. Entre otras cosas, porque tiene altos niveles de mercurio y sus PCB son tan altos que se recomienda no comer este pescado en absoluto.
Lubina chilena (también conocida como bacalao de profundidad)
Este pez de crecimiento lento y muy apreciado por su carne mantecosa, se ha pescado hasta casi desaparecer de las aguas frías antárticas nativas. En la actualidad los métodos de pesca han cambiado, por técnicas aprobadas por MSC.
La EDF ha publicado un aviso con advertencias sobre el consumo de lubina chilena debido a los altos niveles de mercurio: los adultos no deben comer más de dos veces al mes y los niños menores de 12 años no deben consumirlo más de una vez al mes.
Mero
Debido al alto contenido de mercurio de estos peces gigantes, se advierte sobre su consumo. Los meros pueden llegar a vivir hasta los 40 años, pero su período de reproducción es muy pequeño. Esto los convierte en vulnerables para la sobrepesca.
Rape
Este pez tan particular, se parece a un bagre ya que tiene los característicos bigotes y es un habitante del fondo marino. Su sabor ligero y fresco lo ha convertido en uno de los preferidos de los cocineros gourmets. Este pez después de estar agotado, poco apoco se está recuperando, pero aún sigue en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat por los métodos de pesca arrastreros.
Orange Roughy
Similar al mero, este tiene una vida larga pero un corto período de reproducción, lo que lo hace vulnerable a la sobrepesca. Como dice Seafood Watch: “El reloj anaranjado vive 100 años o más, ¡así que el filete en su congelador podría ser de un pescado más viejo que su abuela”! Esto nos indica que tiene altos niveles de mercurio, lo que hace que EDF emita un aviso de salud y se considere una de las especies de peces no comestibles.
Salmón (de piscifactoría)
La mayoría de estos salmones, y todo salmón etiquetado como “salmón atlántico” es de piscifactoría. Esto significa que se cría en corrales de red abierta muy pequeños, plagados de parásitos y de enfermedades, que pone en peligro al salmón salvaje. El salmón en estas condiciones de vida se alimenta con harinas de pescado, se le da antibióticos para combatir enfermedades y tiene niveles de PCB altos, por lo que se lo califica de advertencia sanitaria de EDF y por lo tanto uno de los peces no comestibles.
Consejos sobre el consumo de pescado
La FDA y la EPA han emitido consejos sobre el consumo de pescado. Estos consejos van dirigidos especialmente para ayudar a las mujeres embarazadas o que puedan quedar embarazadas, así como las madres que amamantan y a los padres y cuidadores que alimentan a niños de 2 años en adelante.
Incluir el pescado en la dieta durante el embarazo o lactancia puede ser beneficioso para la salud tanto de la madre, como la del bebé. El pescado aporta nutrientes que pueden ayudar al crecimiento y al desarrollo del niño.
Como parte de un plan de alimentación saludable, comer pescado también puede ofrecer beneficios para la salud del corazón y baja el riesgo de padecer obesidad.
Estas son las recomendaciones sobre la cantidad que se debe consumir en cada caso. Al menos 250 gramos de mariscos (menos para los niños pequeños) por semana en base a una dieta de 2,000 calorías. Las mujeres que están embarazadas o en período de lactancia deben consumir entre 250 y 350 gramos de una variedad de mariscos por semana, de opciones que sean más bajas en mercurio.
El pescado forma parte de un patrón de alimentación saludable y proporciona: Proteína, grasas omega-3 saludables (llamadas DHA y EPA), más vitamina B 12 y vitamina D que cualquier otro tipo de alimento, hierro, que es importante para bebés, niños pequeños y mujeres embarazadas o que podrían quedar embarazadas. Otros minerales como selenio, zinc y yodo.