Alergia

Cómo conducir con alergia y que te afecte lo menos posible en 6 pasos

Conducir con alergia
Conducir con alergia es prácticamente inevitable si se sufre de ella, pero podemos tener una serie de precauciones con las que hacer de nuestros trayectos al volante algo más seguros.

La época primaveral trae consigo las temidas y molestas alergias, las cuales pueden ser realmente peligrosas cuando nos poemos al volante. Y es que conducir con alergia hace que nuestra capacidad de concentración y de reacción se merme bastante, con lo que debemos tomar una serie de precauciones para evitar tener un accidente. Son las siguientes.

Las ventanillas, cerradas

A pesar de que el calor apriete, conviene llevar las ventanillas del coche cerradas para que el polen y el polvo tengan una barrera más para llegar a nosotros. También debes hacer uso de gafas de sol, para evitar que el polen llegue a nuestros ojos y nos haga llorar.

El aire acondicionado y el filtro

El aire acondicionado del coche solamente debes conectarlo si tienes el filtro antipolen en buen estado, de lo contrario será como si abrieses las ventanillas. Además, deberías instalar en tu coche un filtro HEPA, o lo que es lo mismo de alta eficiencia. Cuentan con materiales como el carbón y el polifenol, que neutralizan mucho mejor los alérgenos. Eso sí, debes sustituirlo cada 6 o 12 meses.

Mantén el coche limpio

En esta época más que nunca es fundamental mantener el habitáculo del coche limpio, especialmente por el polvo. Éste, además, se suele depositar en las salidas del aire acondicionado, que al activarlo lo esparcirá provocando fatales consecuencias para nuestra alergia.

Los momentos del día que debemos evitar

El amanecer y el atardecer son los dos puntos más críticos del día para los alérgicos, con lo que, en la medida de lo posible, debéis evitar conducir a esas horas si sufrís este mal.

Sé previsor y lleva pañuelos

No está de más nunca que lleves un paquete de pañuelos en el coche, pero esto se vuelve absolutamente fundamental en esta época. Si a los males de la alergia sumamos el no tener con qué limpiarnos, apenas seremos conscientes de lo que pasa en la carretera mientras conducimos, con el peligro que ello conlleva.

Conducir con alergia y medicamentos, ¡cuidado!

Al final, conducir con alergia es algo prácticamente inevitable por nuestro ritmo de vida. Lo suyo sería que no te pusieras al volante en determinadas circunstancias, pero como es imposible, lo que hay que hacer es tratar de evitar que los medicamentos que palían los síntomas afecten a la conducción. No te auto mediques nunca, y consulta con tu doctor la compatibilidad del antihistamínico de turno con ponerse al volante. Los hay que dan más sueño que otros, y esos son los peligrosos.

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