Llega el radar que medirá la contaminación de tu coche
El radar que más tememos los conductores es, obviamente, el de velocidad. Y dentro de él, a todas las variantes que ya conocemos -y sufrimos-. Pero desde ahora parece ser que vamos a tener que temer otro de estos dispositivos con un fin muy diferente. El radar que es capaz de calcular cuánto contamina tu coche es real, y ha nacido gracias a un proyecto europeo llamado Life Gystra a partir de una empresa española llamada Cartif. La idea es conseguir soluciones válidas para medir en tiempo real las emisiones que lanzan al cielo nuestros coches.
Este nuevo radar anticontaminación está basado en la teledetección RSD+. ¿Y eso qué es? Básicamente, lo que hace el dispositivo no es otra cosa que medir las emisiones de los coches mediante rayos infrarrojos y ultravioletas de baja intensidad, de tal forma que es capaz la cantidad de monóxido de carbono, óxidos, dióxidos de nitrógeno y partículas que salen por nuestro tubo de escape. Sus creadores afirman que tiene la capacidad de medir un máximo de 700.000 vehículos al año.
¿Dónde veremos el radar anticontaminación?
Diversos medios de comunicación han afirmado que será Madrid la primera ciudad española que podrá a prueba este nuevo radar que mide la contaminación. Se especula incluso que este periodo de test comience más pronto que tarde, si bien aún no existe fecha confirmada. Es más, fuentes del Ayuntamiento capitalino han afirmado no saber nada acerca de esto, aunque está claro que sería una buena herramienta con la que contar si tenemos en cuenta el estado de la contaminación en Madrid y la lucha de las autoridades contra ello.
¿Puede multar el radar anticontaminación?
A día de hoy no existe ninguna ley por la que un conductor pueda ser sancionado si su coche contamina más de lo debido. De esta manera, solamente en la ITV te podrán llamar la atención en el caso de que eso suceda. También es falso que, de llegar este nuevo radar a la calle, vaya a tener la potestad de multar. En principio, su utilización sería otra, pero tampoco es descartable que, si prueba su eficacia, en un futuro tengamos un dispositivo más del que preocuparnos. Eso sí, en este caso no podremos argumentar que su posición sea dudosa ni nada por el estilo como sucede con los de velocidad. Si nuestro coche contamina más de lo que debe, es culpa nuestra.
