Ola de calor: ¿A que no sabes utilizar correctamente el climatizador del coche?
La insufrible ola de calor que estamos viviendo durante estos días en España puede afectarnos a la hora de conducir. Los estudios demuestran que un conductor sometido a una temperatura de 35 grados reacciona un 20% más lento que el mismo conductor a una temperatura de 25 grados. Este riesgo equivale a conducir con una tasa de alcoholemia de 0,5 gramos por litro de sangre. Ojo al dato. La solución la tenemos en el climatizador. Pero… ¿sabemos utilizarlo correctamente?
Lo normal es llegar al coche y, especialmente si éste se encuentra aparcado en la calle, encender el climatizador a todo lo que dé. Mal hecho. Lo ideal es abrir las ventanas durante 30 segundos antes de poner en funcionamiento el mencionado sistema, de tal manera que consigamos que el primer golpe de calor se disipe de manera natural. Se recomienda también que la climatización se use en modo ‘auto’ para que el aire se reparta de manera uniforme en el interior de la cabina y que la temperatura no sea inferior a los 21 grados para no penalizar el consumo.
Además del correcto uso del climatizador, los conductores también tienen que intentar seguir una serie de consejos para poder circular con el mayor confort posible y la máxima seguridad en los habituales largos trayectos que se realizan en estas fechas. Por ejemplo, es importante planificar sus salidas para que no coincidan con las horas centrales del día, tener presente que es importante hacer una parada para descansar como mínimo cada dos horas y mantenerse hidratados. También es preferible conducir con ropa ligera y transpirable y evitar las comidas copiosas.
Al igual que hay que vigilar nuestra hidratación, también hay que hacer lo propio con la del coche. Para ello tenemos que revisar y mantener los niveles de aceite y de líquido refrigerante en óptimas condiciones. Asimismo, es importante revisar la presión de los neumáticos ya que con el calor extremo puede ser más fácil que se produzcan pinchazos si los llevamos con una presión inadecuada.
