Okgreen

Prueba del Renault Scénic dCi 110 EDC, el monovolumen atractivo

Renault Scénic
El Renault Scénic es la prueba de que es posible fabricar un coche que mantenga su versatilidad sin renunciar a una imagen de lo más atractiva.

Tengo que reconocer que tanto por edad como por mis actuales obligaciones familiares, el segmento de los monovolúmenes no me llama especialmente la atención. De momento, no me planteo la compra de un coche de este estilo. Sin embargo, desde su presentación, la cuarta generación del Renault Scénic me ha llamado la atención. La firma del rombo ha logrado aunar la practicidad que requieren estos vehículos con un diseño de lo más atractivo. Pero, ¿qué es lo que da de sí el nuevo Scénic? Te lo contamos.

Diseño

Renault Scenic
El nuevo Renault Scénic es un vehículo que llama la atención lo aparques donde lo aparques.

Decir que el Renault Scénic no es uno de los coches más llamativos del momento es faltar a la realidad. Los diseñadores de la marca del rombo se han coronado con este vehículo, dotándole de un aspecto deportivo jamás visto antes en el segmento. Y todo ello sin renunciar a las principales claves que lucen los modelos galos hoy en día.

El frontal del Renault Scénic destaca por la presencia de unos faros Full LED que aportan presencia, y que flanquean una parrilla delantera que se corona con el logotipo de la marca en grandes dimensiones. De ahí pasamos a un lateral donde lo que más llama la atención son las enormes llantas de 20 pulgadas, único tamaño disponible. Sin duda, una apuesta arriesgada que en contra de lo que pueda parecer no va en detrimento del confort a bordo, algo que comentaremos en el apartado correspondiente. También vemos aquí unas puertas de correctas dimensiones cuyo ángulo de apertura, bastante amplio, permite el acceso al interior de una forma bastante cómoda.

Si enfilamos nuestra atención hacia la zaga, vemos unas ópticas que en esta ocasión no han adoptado un diseño como el de otros modelos de referencia de Renault, tales como el Mégane o el Talisman. No obstante, su curvatura está muy bien integrada, ya que si te fijas sigue el mismo ángulo que la caída del techo, lo que favorece el toque deportivo que se le ha querido dar a todo el conjunto. Insistimos, no se nos ocurre una imagen tan dinámica en un vehículo de semejante corte. Como sucede en la parte delantera, en el centro de la zaga aparece de nuevo el rombo de Renault bien visible, justo por encima de la denominación del vehículo. Además, en esta parte apreciamos un portón de lo más práctico, pues su parte baja cuenta con una protección metálica que protege el piso a la hora de cargar el equipaje o lo que surja.

Interior

Renault Scenic
La gran pantalla táctil de la consola central es el centro neurálgico del habitáculo del Renault Scénic.

Si conoces los actuales modelos de Renault, el interior del nuevo Scénic no te sorprenderá, pues cuenta con una distribución muy similar donde destaca la enorme pantalla táctil que preside la consola central. De hecho, ésta es el centro neurálgico del habitáculo, pues prácticamente todo puede ser manipulado desde ella. En principio, no me parece la solución más práctica, pues personalmente prefiero tener aún algunos mandos físicos a los que agarrarme, pero lo cierto es que las grandes posibilidades de personalización que ofrece facilita mucho el acostumbrarse. Tengo que reconocer que al final de nuestra semana de pruebas me entendía mucho mejor con ella que durante los primeros días.

El habitáculo del Renault Scénic presenta una cantidad de espacio más que suficiente en todas las plazas, quedando solamente algo justo la trasera a la zona de las rodillas para las personas más altas. Además, en esta zona encontramos dos banquetas, una individual y una doble, lo que puede resultar un pelo menos confortable que el apostar por tres banquetas.

En cuanto al puesto del conductor, está muy bien pensado, pues es bastante sencillo acceder a todos los mandos e informaciones. Solamente un par de pegas en este aspecto. Una de ellas es la situación del botón que activa el control de crucero y el limitador de velocidad, que se sitúa justo al lado de la palanca de cambios, totalmente fuera del campo de visión. Menos me convence aún una solución por la que Renault lleva apostando mucho tiempo, y es la presencia del mando de control del audio justo detrás del volante. Hay que intuirlo, porque no se ve, y os tengo que confesar que yo mismo, después de convivir desde 2012 con un Mégane de tercera generación, aún no me he aprendido su manejo sin echar un vistazo.

Renault Scenic
La versatilidad es uno de los puntos clave del actual Renault Scénic.

Por lo demás, el habitáculo está repleto de soluciones prácticas que facilitan la vida a bordo de todos los ocupantes. Desde multitud de huecos portaobjetos hasta bastantes tomas de conexión con la que cargar nuestros dispositivos móviles. Algo vital si queremos llevar a los más pequeños entrentenidos, por ejemplo.

Otro de los puntos clave del Renault Scénic, como en todos los monovolúmenes, es su maletero. A su práctico sistema de acceso antes comentado hay que añadir una capacidad bastante notable, que se eleva hasta los 506 litros sin que abatamos los asientos traseros. Las formas del mismo son además bastante aprovechables, pues apenas aparecen abultamientos que nos impidan distribuir la carga de la forma más adecuada posible.

Motor y consumo

Renault Scenic
El motor dCi de 110 CV asociado al cambio EDC de 7 marchas es una combinación brillante para disfrutar del buen hacer del Renault Scénic.

Cuando me enteré de que iba a probar un Renault Scénic con el motor 1.5 dCi de 110 CV, enseguida se despertó mi curiosidad. ¿Sería suficiente para mover un coche que, al fin y al cabo, no es especialmente ligero por el segmento al que pertenece? Al fin y al cabo estamos hablando de 1.430 kilogramos, que pueden ser bastantes más si vamos con toda la familia y el correspondiente equipaje a cuestas. Pues bien, duda resuelta. Siendo conscientes de lo que llevamos bajo el pie derecho, este propulsor puede con todo.

Estamos hablando de una mecánica que ofrece una gran cantidad de par desde muy bajas vueltas, lo que le hace todo lo reactivo que se necesita cuando empezamos a andar. Además, su buen hacer se mantiene en carretera, donde se convierte en una mecánica muy agradable para completar kilómetros. Quizás en alguna recuperación echemos en falta algo más de poderío, pero será en situaciones puntuales. Gran parte de culpa de todo esto la tiene la caja de cambios automática EDC de 7 velocidades que se asocia al motor, que está programada de tal manera que sabe aprovechar totalmente las posibilidades del motor en cada momento.

Tampoco se dispara en exceso el consumo de carburante en el Renault Scénic dotado de este motor de gasóleo con 110 CV de potencia. Obviamente, no estamos hablando de los 3,9 l/100 km que se homologan de media, pero finalizar la semana de pruebas con 6,1 l/100 km según el ordenador de a bordo es una cifra a tener en cuenta, sobre todo porque estoy convencido de que una vez conoces el coche al dedillo, se puede bajar más. Y eso, con un depósito de combustible que supera los 50 litros de capacidad, implica no visitar muy a menudo la gasolinera.

Comportamiento

Renault Scenic
El comportamiento dinámico del Renault Scénic está claramente orientado hacia el confort de sus ocupantes.

Lo mejor que podemos decir del Renault Scénic en cuanto a su comportamiento es que cumple sobradamente en todos los terrenos. Tanto en ciudad como en carretera ofrece unos niveles de confort más que adecuados. De hecho, enseguida notaremos que estamos ante un vehículo cuyas suspensiones tienen un tarado enfocado a esto, lo que si embargo no deriva en lo que sí que caen otros modelos, una falsa sensación de inestabilidad que puede llegar a resultar bastante molesta. Brillante el trabajo de Renault en este aspecto.

Obviamente, cuando se trata de enfilar una carretera de montaña, tenemos que tener en cuenta el tipo de coche que llevamos. Sus apoyos son adecuados, sí, pero hay que entender que el confort que ofrece el Scénic se ha logrado en detrimento de su efectividad a nivel dinámico. Por ejemplo, los cambios bruscos de dirección no son lo suyo. No obstante, es en este tipo de carreteras donde se nota el buen hacer de la dirección, muy precisa si entendemos lo que llevamos entre manos, además de con un buen radio de giro, haciéndose esto último especialmente notable en la gran ciudad.

Algo que no me ha acabado de convencer del todo es el tacto del freno. Bien es verdad que personalmente soy bastante maniático con este tema, y preferiré siempre un freno de corte deportivo que ofrezca bastante resistencia al principio para ser yo mismo el que regule a partir de ahí. El del Scénic es todo lo contrario, bastante blando al principio de la pisada para posteriormente ir ganando dureza. No confundáis esto con una falta de potencia en los frenos. El Scénic frena mucho y bien, aunque dejando bien claro si paramos el coche en pocos metros el desplazamiento de su inercia hacia delante.

Dicho todo esto, tenemos que concluir este apartado asegurando que el Renault Scénic cumple perfectamente con su cometido, que es el de transportar a nuestra familia de forma cómoda y segura, ya sea por la ciudad o por carretera. Cualquier otra cosa puede ser comentada, pero es olvidar la realidad del vehículo que nos ocupa.

Equipamiento

Renault Scenic
Desde la pantalla táctil podremos controlar la mayoría de los parámetros del Renault Scénic.

El Renault Scénic que hemos probado correspondía con el acabado Edition One, uno de los más completos ya que incluye casi todo lo que te puedas imaginar de serie. Climatizador bi-zona, techo panorámico, pintura bi-tono, Head-Up Display, manos libres con función Mirror Link, volante multifunción, control de crucero adaptativo, sistema de alerta de ángulo muerto, asistente de aparcamiento con cámara de marcha atrás y sensores de distancia, sistema de alerta de pérdida de atención, faros con tecnología Full LED con asistente de luz de carretera, equipo de sonido Bose… Como ves, poco será lo que eches en falta.

Además de todo esto, contaremos con el sistema Multi Sense de Renault, que nos permitirá modificar una serie de parámetros a nuestro gusto, tales como las respuestas del acelerador y la caja de cambios, la asistencia de la dirección o la iluminación ambiental del interior. Y ojo, porque no hablamos solamente de diferentes modos predeterminados, sino que podremos combinar lo que más nos guste de cada uno para hacer de nuestro Scénic nuestro compañero de batallas perfecto.

Si todo esto nos parece exagerado, siempre podremos apostar por un acabado más básico. De hecho, el de acceso nos permitirá un ahorro de unos 6.000 euros respecto al Edition One del que te hablamos. Como siempre decimos en este apartado, de las necesidades de cada uno depende la elección.

Ficha técnica

Ficha técnica
Motor
Situación Delantera
Nº Cilindros 4
Tipo de combustible Diésel
Compresión 15,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 110/4000
Par máximo (Nm/rpm.) 260/1750
Transmisión
Tipo EDC 7 velocidades
Cambio Automático
Bastidor
Suspensión delantera Tipo McPherson / Resorte helicoidal
Suspensión trasera Rueda tirada con elemento torsional / Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Disco ventilado (320 mm)
Traseros Disco (290 mm)
Dirección Cremallera eléctrica
Diámetro de giro (m.) 11,2
Número de vueltas de volante
Neumáticos 195/55 R20 95H
Llantas 20 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas 5
Peso en vacío (kilos) 1430
Depósito de combustible (litros) 52
Largo (mm.) 4406
Ancho (mm.) 1866
Alto (mm.) 1653
Vía delantera (mm.) 1602
Vía trasera (mm.) 1596
Distancia entre ejes 2734
Capacidad del maletero (litros) 506
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 183
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 12,4
Consumos
Urbano (litros/100 km) 4,2
Extraurbano (litros/100 km) 3,7
Mixto (litros/100 km) 3,9

Conclusión

Renault Scenic
El Renault Scénic es el resultado de un brillante trabajo llevado a cabo por parte de la marca francesa.

En una época donde los SUV se están imponiendo cada vez con más claridad dentro de los vehículos familiares, siempre es de agradecer la llegada de un vehículo como el nuevo Renault Scénic. La marca francesa ha demostrado que con trabajo e imaginación se puede lograr que hasta el coche más práctico sea, además, atractivo. Y todo ello sin dejar de lado la calidad y el buen hacer tecnológico del que está haciendo gala últimamente la marca francesa. ¿Su precio? Nuestra unidad rozaba los 26.000 euros, aunque como te decía en el apartado anterior, puede conseguirse por bastante menos si no queremos estar tan equipados. Eso sí, ya te anticipo que merece la pena el gasto.

Lo mejor

  • Diseño exterior.
  • Confort y versatilidad interior.
  • Compromiso rendimiento/consumo del motor.

Lo peor

  • Algunos plásticos del interior.
  • Situación de algunos mandos poco ergonómica.

Lo más visto

Últimas noticias