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Mazda, 25 años de una victoria histórica en Le Mans

Mazda 3

Estamos a apenas un día de que comience una nueva edición de las 24 horas de Le Mans. Se trata de una prueba que supera todo lo conocido en lo que a competiciones automovilísticas se refiere. Más incluso que cualquier Gran Premio de Fórmula 1. Por eso, tocar la gloria en el trazado de Le Sarthe es algo que se recuerda toda la vida.

Eso es precisamente lo que hace Mazda, que el día 23 de junio de 1991 se impuso por primera y única vez en la mítica carrera de resistencia. El culpable fue el Mazda 787B, ataviado con los populares colores naranja y verde que ves en las fotografías. El vehículo se encaramó al liderato pasadas 21 horas de carrera, posición que no abandonaría hasta el final, cuando Johnny Herbert completó el trabajo llevado a cabo también por Volker Weidler y Bertrand Gachot para celebrar el que fue el primer triunfo, y de momento el único, de un fabricante de origen asiático.

El triunfo obtenido por Mazda fue considerado todo un hito, ya que ha sido la única vez que ha ganado un coche con motor sin pistones. El Mazda 787B contaba bajo su piel con un motor rotativo R26B con inyección periférica y tres bujías por rotor, capaz de entregar una potencia de 710 CV a 9.000 rpm.

Esta pieza, además de rápida, se mostró de lo más fiable. La mayor prueba de ello es que los tres Mazda que participaron en Le Mans la terminaron. Dos de ellos eran modelos 787B y el tercero un 787 del año anterior. Hicieron primero, sexto y octavo en la general. Un mérito que no hay que dejar de resaltar, sobre todo si tenemos en cuenta que de los 38 coches que tomaron la salida solo terminaron la prueba otros nueve. Incluso cuando los ingenieros inspeccionaron el motor R26B después de la carrera declararon que estaba en tan buen estado que bien habría podido correr otras 24 horas. El 787B que resultó ganador completó una carrera impecable, completando un total 362 vueltas al trazado galo. En total recorrió 4.932 km a una media de 205,38 km/h hasta que ondeó la bandera a cuadros.

La única espina que tiene Mazda es que no pudieron defender el triunfo obtenido en las 24 horas de Le Mans, ya que desde 1992 cambió la normativa de la carrera limitando la cilindrada de los motores. De hecho, el 787B fue a parar directamente ese año al museo que la marca tiene en Hiroshima, Japón. Desde entonces ha hecho apariciones ocasionales, como por ejemplo en Le Mans en 2011 con motivo del 20 aniversario de aquel triunfo de leyenda o, más recientemente, en 2015, en el Festival de la Velocidad de Goodwood.

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