Los 5 pecados que cometemos en los atascos
Los atascos forman parte de nuestro pan de cada día, especialmente si vivimos o trabajamos en una gran ciudad. ¿Cómo los afrontamos? Ya te anticipamos que bastante mal. ¿Por qué? Porque por norma general hacemos todo lo que no debe de hacerse en ellos. Nuestras cinco principales faltas son las siguientes.
Distancia de seguridad
Uno de los grandes caballos de batalla de las autoridades contra los conductores se traslada también a los atascos. Si circulando normalmente no somos capaces de mantener la distancia de seguridad con el coche que nos precede, en los atascos esta conducta se agrava. El avanzar muy pegado al coche de delante, por muy baja que sea la velocidad en las retenciones, es la principal causa de las colisiones por alcance. Es recomendable dejar espacio suficiente para poder reaccionar ante cualquier imprevisto. Y hablamos de tanto los que sucedan por delante como de los que puedan venir por detrás.
Cambios de carril
Seguro que en cada atasco que te ha tocado afrontar has tenido la sensación de que el carril de al lado se mueve más deprisa que el tuyo. Solo has de coger la referencia de algún vehículo del carril contiguo y comprobar su evolución para comprobar que esta percepción es falsa. Debemos evitar por tanto cambiarnos de carril de forma innecesaria, ya que es una práctica aumenta el peligro de colisión y además ralentiza más si cabe la marcha. Si no te queda más remedio, señaliza con los intermitentes la maniobra y ten paciencia.
Falta de respeto
La falta de respeto al volante no es algo exclusivo de los atascos, pero sí una de las situaciones donde más se produce. Debemos evitar situaciones como la de esperar al último momento para pasar del carril izquierdo a la vía de deceleración para abandonar la carretera o lanzarnos desde el carril de aceleración a un hueco entre dos coches sin señalizar la maniobra. Tampoco es de recibo hacer la vida más complicada al resto de conductores. Recuerda que todos estamos sufriendo las consecuencias del atasco. Si alguien quiere cambiar de carril por causa justificada, no te pegues al de delante como si fueses Fernando Alonso para evitar que éste se cuele. Piénsalo, no tiene sentido.
El teléfono no se toca
Es habitual, especialmente desde la popularización del WhastApp, que los conductores aprovechen las retenciones para consultar el teléfono. No lo hagas. Además de que te pueden multar, esta distracción aumenta exponencialmente las posibilidades de tener un accidente. Vale que los golpes en los atascos no son los peores, pero si podemos evitarlos, mejor.
El embrague se usa lo mínimo posible
Todos aquellos que tengáis coches con cambio manual debéis estar atentos al uso que hacéis del embrague. Mantenerlo pisado más tiempo del estrictamente necesario, además de provocarnos fatiga muscular, puede derivar en una avería cuyo arreglo tiene un coste bastante considerable. Solamente debes pisarlo para cambiar de marcha. Cuando el coche esté detenido, la palanca ha de estar en punto muerto y el embrague, liberado.
