El descanso es una de las actividades más necesarias en la vida de todos. Ya sea para reponer energías y que nuestro cuerpo responda a todas las demandas del día a día; o bien por salud mental y emocional ya que ayuda a relajarse, impactando de lleno en la salud cognitiva, en la memoria y la concentración; además de que contribuye a bajar los niveles de ansiedad. Si bien muchas personas subestiman el descanso, lo importante es prestar atención a las señales que nos brinda el cuerpo y respetar los tiempos de descanso, ya sea durmiendo o reposando. Descubre algunos métodos para dormir mejor, sin estar horas y horas dando vueltas en la cama.
La European Society of Cardiology dio a conocer que, según un estudio científico, «dormir demasiado o muy poco está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte». Para el mismo, convocaron a 116.000 personas de siete regiones del mundo, y estudiaron su descanso: allí pudieron determinar que «las personas que dormían más de la duración recomendada de seis a ocho horas al día tenían un mayor riesgo de morir o desarrollar enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos del cerebro», lo cual establece que no sólo la calidad del descanso es fundamental, sino también el tiempo que se dedica a esa tarea, ya que podría ser crucial en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y otro tipo de complicaciones. Descubre los beneficios de dormir mejor para la salud, y algunos métodos prácticos que podrían ayudarte a mejorar el tiempo de descanso, pero también la calidad del mismo.
Beneficios de dormir mejor
Para nuestra salud mental
Para poder apreciar el poder del descanso, es fundamental poner de relieve los beneficios que tiene para la salud. Para algunos, descansar es sinónimo de perder tiempo, sin embargo, es una forma de cuidar la salud mental, emocional y física.
Analizando la salud mental, el descanso y dormir permite dejar a un lado la rutina del día, y por un tiempo no pensar en las obligaciones cotidianas. Si bien descanso no siempre es sinónimo de dormir, es necesario tener momentos de desconexión, así como también de reposo. Con el descanso nuestra función cognitiva, la concentración y la memoria mejoran significativamente; mientras que con el reposo, nuestro cuerpo logra retomar energías para lo que queda del día.
Dormir bien también contribuye a regular las emociones, ya que se reduce el nivel de estrés, y se pueden manejar mejor las emociones; mientras que, si no dormimos lo suficiente, aumentan los niveles de malestar e irritación, provocando insatisfacción constante, y hasta puede desencadenar en una depresión.
En el organismo
En el cuerpo, el descanso insuficiente puede producir una afección al sistema inmunológico, y se puede ver afectado el rendimiento físico en las actividades diarias, producto del cansancio acumulado.
Finalmente, es de destacar que descansar adecuadamente no sólo ayuda a prevenir enfermedades crónicas, como la diabetes o las cardíacas, sino también puede contribuir a regular las hormonas como el cortisol (la del estrés), la leptina y grelina (que regulan el apetito); o la melatonina (que es la del sueño).
Métodos para dormir mejor
Si bien existen métodos más invasivos, existen algunas prácticas previas que contribuyen a lograr un descanso reparador para dormir sin necesidad de medicaciones o metodologías que puedan afectar a nuestra salud a largo plazo.
Por ejemplo, es importante regular nuestra alimentación en función de la ventana de sueño de cada persona: ingerir alimentos ligeros, que sean de fácil digestión es importante para lograr un mejor descanso; al igual que hacerlo con el tiempo necesario para no acostarse inmediatamente luego de cenar.
Otro hábito que se puede adquirir fácilmente para un mejor descanso es la inclusión de terapias como la meditación, o la respiración profunda, que contribuyan a quitar las preocupaciones del día, y ayuden a conciliar el sueño más rápido, pero también que se trate de un descanso de calidad.
Una práctica muy común difundida por la Asociación Española del Sueño es realizar una higiene del mismo: la misma consiste en cinco pasos, muy sencillos de concretar.
El primero es mantener horarios regulares para acostarse y levantarse; el segundo es evitar realizar otras actividades al momento de acostarse, como por ejemplo estar con el móvil; la tercera es evitar siestas de más de 30 minutos; la cuarta es lograr un equilibrio alimentario, y la quinta es no hacer actividad física intensa luego de las 19 horas, ya que el cuerpo puede decodificarla como una activación de los sentidos. Esto contribuirá a que logres un mejor descanso, y una recuperación eficaz de energías, entre otros aportes.
Es importante recordar que cuidar de la salud mental es tan importante como la física, y la introducción de ciertos hábitos puede impactar positivamente en este aspecto. Cuidar el cuerpo de una manera integral es reconocer como uno lo físico y lo mental.