5 errores al adiestrar a tu perro

El adiestramiento es el ejercicio más completo que podemos ofrecer al cuerpo y a la mente de nuestros mejores amigos. Adiestrar a tu perro no significa solo enseñarle trucos y actividades divertidas, sino también – y sobre todo – conductas positivas que posibilitarán una convivencia saludable y segura. No obstante, el desconocimiento puede llevarnos a cometer muchas equivocaciones en este proceso educativo e, incluso, fomentar ciertos comportamientos indeseados. Para ayudarte, aquí analizamos los errores más comunes a la hora de educar a un perro (y cómo evitarlos).

5 errores que necesitas evitar para adiestrar a tu perro correctamente

Destetar prematuramente a un cachorro

El primer error que mucha gente comete es separar prematuramente los cachorros de su madre. Esta separación solo debe ocurrir al final del periodo de destete, que ocurre alrededor del tercer mes de vida.

Durante esta etapa, los cachorros asimilan de sus progenitores los pilares de su lenguaje y conducta social. Además de nutrirse con la leche materna (el único alimento óptimo para su organismo) y prepararse para alimentarse por su propia cuenta.

Los cachorros destetados prematuramente tienden a mostrar mayores dificultades de aprendizaje y socialización. Así como un sistema inmunológico más débil, tornándose más vulnerable a cualquier tipo de enfermedad.

Adiestrar a tu perro con métodos negativos

Durante muchos años se ha empleado mayormente técnicas de refuerzo negativo en perros para desestimular comportamientos indeseados o potencialmente peligrosos. Sin embargo, los avances en la comprensión sobre el comportamiento canino demuestran que estas prácticas resultan contraproducentes.

Adiestrar a tu perro en negativo implica exponerlo a contextos o situaciones que no le resultan agradables. Ello significa someterlo a emociones negativas (miedo, dolor, estrés, etc.), que impactan negativamente en su salud. Además de fomentar reacciones defensivas que resulten potencialmente peligrosas tanto para el can, como para todos a su alrededor.

Para estimular el aprendizaje y prevenir problemas de comportamiento, conviene siempre optar por el refuerzo positivo en la educación de tu perro.

Ofrecer refuerzos insuficientes

El empleo del refuerzo positivo requiere ciertos conocimientos para resultar 100% eficaz. Uno de los errores más comunes, en este sentido, es utilizar un refuerzo insuficiente para recompensar la buena conducta del can.

El adiestramiento de un perro consiste en un proceso y el refuerzo positivo debe acompañar la progresión del aprendizaje. Mientras el perro aún está aprendiendo una orden, la tasa de reforzamiento debe ser más elevada. Ello garantiza que siga motivado y la incorpore a su comportamiento, sin perder el interés o frustrarse en el proceso de asimilación.

No poner atención al timing

Otra clave para adiestrar a tu perro correctamente es saber respetar el tiempo necesario entre la orden y la recompensa. Un mal timing consiste en ofrecer el refuerzo mucho tiempo antes o después de la conducta deseada.

Para que tu perro conecte la orden presentada con la recompensa, es necesario adoptar un buen timing. O sea, darle su “premio” a continuación de la ejecución de la conducta que quieres enseñarle. Ello es algo que se mejora muchísimo con la práctica.

Regañar a tu perro horas después de una acción inapropiada

En sí mismo, regañar es uno de los métodos negativos no recomendables a la hora de adiestrar a tu perro. Pero si, además, este regaño ocurre pasadas varias horas de una conducta indeseada, pierde cualquier eficacia.

Tu perro no va a conecta este tipo de reprensiones con la mala conducta. De hecho, lo más probable es que ni siquiera entienda el por qué de tu enfado. Y sencillamente haga algunas señales de calma para expresar que no quiere problemas contigo.