Casoplón de Galapagar

Bufones en la corte de Galapagar: miembros de Podemos se disfrazan en apoyo de Iglesias ante el casoplón

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Miembros de Podemos de municipios de la sierra madrileña han acudido con disfraces a las puertas del célebre casoplón de Galapagar de Pablo Iglesias e Irene Montero para orquestar una contramanifestación frente a las caceroladas por la mala gestión del Gobierno central de la crisis del coronavirus.

Se trata, según comenta fuentes locales consultadas por OKDIARIO, de «bufones» que cada tarde se disfrazan de una cosa para así apoyar al vicepresidente segundo del Gobierno y a la ministra de Igualdad. Según la Real Academia Española, un bufón es «un personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos». Eran personas generalmente de aspecto grotesco, que durante la Edad Media su función era divertir a la corte con gracietas y chistes.

Este grupo de más de una veintena de militantes morados han recibido la bendición del propio Juan Carlos Monedero, fundador del partido, que ha difundido la convocatoria para que cada tarde acudan más personas afines a Podemos a las puertas del líder del partido. «Muchas gracias por vuestro coraje y por demostrar que la democracia se defiende, que luchas de ayer son los derechos de hoy y las luchas de hoy serán los derechos de mañana. Gracias por vuestra generosidad, por no dejar al fascismo ningún hueco libre. Seguramente nos veremos por allá arriba (por Galapagar) alguna de estas noches».

Caretas y disfraces

El primer día acudieron con caretas de Iglesias y Montero. «Si nos tocan a una nos tocan a todas», coreaban mientras agitaban pancartas para explicar que defiende al Gobierno. «Esto es una acción antifascista, cierre al salir», agregaban. Otros de los lemas coreados han sido: «¡No son patriotas, son vendepatrias!», «¡Menos rezar y más pagar impuestos!» o «¡Menos cacerolas y más sanidad».

Performance a favor del Gobierno en la casa de Iglesias y Montero en Galapagar.

El segundo día optaron por disfrazarse de artistas para «defender la cultura». Unos iban de escritores, otros caracterizados de pintores y algunos de cómicos con un disfraz de gallina y con caretas blancas. Los carteles que exhibían rezaban: «Contra el fascismo, cultura popular», «El peor enemigo de la ultra derecha es un pueblo culto» y citas de escritores como Miguel de Cervantes, Pablo Neruda, Enrique Jardiel Poncela, Virgina Wolf o José Luis Sampedro, todo ello con los tres colores de la bandera republicana.

Monedero ha agradecido la labor de estos militantes de base planten cara a los «energúmenos». Critica a los españoles que organizan escraches contra Iglesias y Montero «porque no reivindican nada, sólo van a joder», ha expuesto en su programa En la Frontera. «Los escraches son un invento argentino porque la dictadura era impune y los criminales se iban de rositas. La gente acompañaba a esos asesinos a la panadería o al trabajo para pedir algo concreto, ‘verdad, justicia y reparación’. Pero aquí ahora la derecha no consiente un gobierno de coalición y se cree con derecho a intentar importunar la vida de los miembros del Gobierno. No van pidiendo ninguna reclamación, simplemente creen que tienen derecho a joder», afirma el profesor de la Universidad Complutense.

En este punto ha destacado que «hay ciudadanos que han decidido no dejar impunes estos comportamientos que recuerdan a aquellos de Manuel Fraga de ‘la calle es mía’».

Por su parte, Ana Castedo, líder de Podemos en Torrelodones ha indicado que estas «performances» surgen por un sentimiento de «intranquilidad con este incansable atropello que se estaba cometiendo contra esta familia de tres hijos pequeños». «Consideramos que el hecho de que los dos sean ministros no no les da sentido a estos energúmenos a gritar cada día en su casa, a armar alboroto, a sacar las cacerolas, a estar envueltos y envueltas en sus banderas franquistas y montar todos los días un escándalo que no se puede consentir», argumenta.

Algunas de las pancartas.

«Teníamos claro que en el mismo instante en que uno se pudiese desplazar de un municipio a otro, íbamos a estar ahí, haciéndoles frente porque pensamos que la libertad es por encima de todo lo que debemos defender. Ellos están en contra de la libertad y de la democracia porque no ha caído en esta ocasión de su lado y ellos sólo admiten la democracia cuando cae de su lado desgraciadamente», comenta. Esta candidata a alcaldesa de Torrelodones que no consiguió escaño de concejal apunta que «no se puede consentir eso de que se les llena la boca de ‘¡Libertad, libertad!’ y eso es precisamente lo que ellos coartan».

En el mismo sentido, Miguel Ángel González, del mismo círculo local de Podemos esgrime que «ellos lo que están haciendo es eso tan clásico que decimos de ‘coger el rábano por las hojas’. Por favor, las cacerolas era un modo de protesta de la gente que pasaba hambre». Indica, en su estrategia declarada de «caricaturizar» a los manifestantes, que «ver a esta panda de parásitos, porque es el nombre que se merecen, ¿piden comida?, ¿ahora les tenemos que pagar el caviar? Incluso el modelo de la protesta demuestra su falta total de inventiva. Me parecía más sensato la protesta en un descapotable y con palos de golf». Ambas imágenes corresponden a bulos desmentidos.

«Son un desastre, en sus pancartas hay faltas de ortografía, no saben arreglar la megafonía que traen, cuando traen pancartas no les hacen agujeros y entonces las llevaba el viento. Demuestra que nunca han ido a una manifestación», agrega.

Preguntados sobre si tienen miedo al llevar a cabo estas «contramanifestaciones», según las define Monedero, explican que sí. «Cada día recibimos insultos y amenazas de manera velada. Estamos en un momento político en este país en que no hay que asustarse porque todo lo que hemos conseguido a lo largo de estos años se lo están intentando cargar. No debemos dar ni un paso atrás. Están constantemente haciendo mención a que somos feminazis, golpistas, fascistas…».

Por otra parte, Ana Castedo critica que los manifestantes con las banderas españolas «se victimizan ante la Guardia Civil» que vigila las protestas cruzadas en Galapagar. «Gritan ‘¡Viva la Guardia Civil y viva España!’ y nosotros respondemos ‘¡Viva!’ y eso le jode». «También nos preguntan que cuántas paguitas cobramos. Pues mira, no, no somos como vosotros con vuestros chiringuitos, somos ciudadanos que venimos a defender a una familia».

Manifestantes con caretas de Iglesias y Montero en Galapagar. (Foto: Podemos)

«Creemos que si esto nos pasase a cualquiera de nosotros tanto Pablo como Irene estarían ahí. Esto se trata de cuidarnos entre todos. Somos un grupo de personas de Podemos vecinos de la sierra, de Galapagar, de Torrelodones, de Collado Villalba, de El Escorial y a veces compañeros de Madrid, de Getafe y de Alcorcón. Cada día somos más y más», destaca esta incondicional de los dueños del casoplón más famosos de España.

«Hay que frenarles»

Insiste en que «hay que frenar de alguna manera» a los manifestantes de las cacerolas de Galapagar. «El día de mañana cuando me pregunten qué hiciste en este momento, me gustaría decir a mis hijos y a mis nietos yo estuve aquí. No me voy a acobardar. El valor más importante que puedo dejarle a mis hijos como herencia es luchar por la libertad», apunta.

En su entrevista, Monedero no cesa de apoyar la performance y pregunta a qué hora empieza la contra protesta en Galapagar. «Nosotros nos supeditamos a ellos, suelen empezar a las nueve por lo que nosotros estamos a menos cuarto. Cada día montamos una performance distinta. Una tarde la hemos dedicado a la cultura y al arte. Hemos hecho una pequeña representación teatral, otros leían, otros pintaban. Les hemos enseñado que la vida hay que disfrutarla de otra manera», concluye Castedo.

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