- VIAJE DE ESTADO A ITALIA
Los viajes de Estado son una prueba de fuego para reyes, reinas y presidentes de gobiernos en cuanto a diplomacia se refiere. Si no hay conexión, química, un bienestar que salga de forma natural, hay que impostarlo porque no queda otra. Por eso la labor de los monarcas (en general) tiene una parte muy sacrificada en este sentido: sonreír aunque no te apetezca, poner buena cara aunque no te salga y hablar aunque tu interlocutor sea más bien parco en palabras o tengas pocos lugares comunes con él. Pero a veces hay suerte y surge la magia y representantes de estados, sean presidentes del país o reyes, conectan y surge la magia que tiene una gran repercusión para ambos países: mejorar las relaciones bilaterales, fortalecerlas estableciendo canales que puedan dar lugar a negocios prósperos para las dos partes.
La princesa Mette-Marit ha reaparecido en el Ayuntamiento de Oslo durante la entrega del Premio Nobel de la Paz, acompañada por el príncipe heredero Haakon y los reyes Harald y Sonia de Noruega. Su presencia en el evento, que celebra la lucha por los derechos humanos al premiar a la activista iraní Narges Mohammadi, ha acaparado la atención mediática no sólo por su relevancia institucional, sino también por las recientes controversias familiares que han afectado a la Casa Real.
La Reina Sofía se ha trasladado hasta Burgos para reforzar su compromiso con la Fundación Atapuerca. La madre del Rey Felipe VI ha presidido una reunión extraordinaria de la institución y ha participado en la inauguración de un nuevo centro de investigación. Ha apostado por un elegante conjunto de pantalón y chaqueta, ideal para las bajas temperaturas. Doña Sofía tiene varios actos de agenda esta semana.