"FELIZ Y CON GANAS DE LUCHAR"

Adela Montes de Oca, de la ‘ruina’ de los Ruiz-Mateos: «No entiendo sus deudas. Viven muy bien en mansiones»

Adela Montes de Oca
Adela Montes de Oca a su llegada a los Juzgados /Gtres (Pulsar en imagen para ver galería)

Adela Montes de Oca se ha mostrado «feliz y satisfecha» a la salida de los Juzgados de Pozuelo de Alarcón, donde se ha celebrado el juicio por filiación tras hacerse público que es hija biológica de José María Ruiz-Mateos. Han sido unas pruebas de ADN las que confirmaron la pasada semana, con un 99,9%, que Ruiz-Mateos tiene otra hija. Este martes, al final la joven no se ha reencontrado con sus hermanos, quienes, pese a estar citados, no han acudido a la vista. Ella no los esperaba: «Sabía que no iban a venir, no se atreven a verme. El problema lo tienen ellos, no yo. No he hecho nada». El abogado de los Ruiz-Mateos ha hablado por ellos y ha argumentado ante el juez las razones por las que la familia del fallecido empresario mantiene que Adela no es su hija biológica. «Me han dicho que no soy su hija porque no me parezco a él», ha asegurado Montes de Oca, quien tras el juicio ha tomado una drástica decisión en su vida.

Adela no les guarda rencor a sus hermanos, aunque no entiende por qué se empeñan en asegurar que ella solo va a heredar deudas de su padre: «No comprendo que solo me digan a mí lo de sus deudas. ¿Y al resto de mis hermanas no le dicen nada? De todas formas, en algún sitio tendrán el dinero. No entiendo sus deudas, viven muy bien en mansiones». La hija número catorce del difunto empresario aún conserva la esperanza de que la relación con sus hermanos mejore: «Yo no tengo ningún problema con ellos, pero tal y como se están desarrollando las cosas dudo mucho que tengamos buena relación. El único motivo por el que interpuse esta demanda era para estar con mi padre, nunca por dinero».

En esa lucha baldía de años por acercarse a su progenitor Adela señala a una clara culpable: Teresa Rivero, la viuda del empresario. «Mi padre ha estado manipulado por Teresa. No le dejaba verme. Un día intenté ir a su casa y me dio con la puerta en las narices y me dijo que me largara. A ella solo tengo que decirle que Dios la perdone. ¿Cómo le sentaría a ella si no la hubieran dejado ver a su padre?», ha razonado Montes de Oca.

«Mi madre y yo hemos luchado mucho por llegar a este momento y he tomado la decisión de cambiarme el apellido. A partir de hoy seré Ruiz-Mateos», ha apuntado Adela. Está dispuesta a reclamar todo lo que le corresponde y se muestra «ansiosa» por conocer la sentencia definitiva: «Ellos tienen muchas deudas conmigo y voy a demostrar que soy la hija número catorce de Ruiz-Mateos. Quiero mi parte correspondiente de los negocios, solo pido lo que es mío».

Años luchando por el reconocimiento

Adela Montes de Oca ha terminado por llevar la razón. Después de varios años afirmando ser hija de José María Ruiz-Mateos, finalmente, la semana pasada las pruebas de ADN terminaron por confirmar lo que tanto ella como su madre aseguraban sin descanso. Ahora madre e hija respiran tranquilas. Con la verdad biológica por delante.

La joven nunca tuvo ni un resquicio de duda. «Desde el principio he sabido que mi padre era él, a pesar de que conmigo tuviera una actitud mísera en los últimos años. Lo único que empaña mi alegría es la imposibilidad de poderle llamar y decirle: ‘Ahora ya no hay vuelta atrás, quiero recuperarte, besarte, reírnos como cuando era una niña’», confesaba Adela hace unos días en la revista ‘Corazón TVE’. Una de las cosas que más han apenado durante este aciago proceso a Montes de Oca es el hecho de que han tenido que desenterrar a su padre «para demostrar algo tan bonito como que era padre de una niña que fue creada con mucho amor». Su queja es que el empresario no la haya reconocido como debiera en vida.

Las pruebas de ADN han revelado que Adela tiene una compatibilidad del 99,9% con su padre. Dispuesta a llegar hasta el final para que la familia Ruiz-Mateos no tuviera resquicio alguno con el cual recurrir, la abogada de Montes de Oca en España, Teresa Bueyes, añadió hace unos meses: «Hay más de 63 documentos que atestiguan esta relación con Adela, transferencias y en su pasaporte hay salidas a Chicago desde 1990». Hoy, la prueba de ADN le ha dado la razón y ahora solo queda esperar a la sentencia definitiva.

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