El impresionante estilo de Mary de Dinamarca durante su visita a Japón

Los príncipes Federico y Mary de Dinamarca iniciaron el pasado 8 de octubre su viaje oficial a Japón. Una visita que arrancó en Tokio, que se produce en el 150 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y que se alargará hasta el próximo 12 de octubre, día en el que el hijo de la reina Margarita y el príncipe Henrik pondrá de nuevo rumbo al país danés junto a su esposa.

A lo largo de esta semana, los Príncipes herederos, cuyo ascenso al trono volvía a ser uno de los temas más comentados por los medios daneses por el delicado estado de salud del príncipe Henrik, así como el cumpleaños de Federico –que cumple 50 el próximo mes de mayo-, han visitado algunos de los enclaves más bonitos de Japón. Sin embargo, citas oficiales aparte, el estilo sofisticado de la princesa de Dinamarca ha sido uno de los focos principales de atención de la visita.

Para su primera toma de contacto con el país asiático, la royal escogió un conjunto sobrio protagonizado por un abrigo con estampado multicolor de Ole Yde, que acompañó con elementos neutros: una camisa con lazada de Britt Sisseck, pantalones negros y salones de Gianvito Rossi.

Un look cómodo que dio paso al despliegue definitivo de la futura reina consorte de Dinamarca por tierras niponas. Para la jornada en que los príncipes se desplazaron hasta la ciudad de Kanazawa, con el objetivo de recorrer los Jardines Kenrokuen, Mary sacó su lado más romántico con un vestido troquelado con lazada firmado por Temperley London; una de las marcas fetiche de la Duquesa de Cambridge, que combinó con unos stilettos azul cielo de Gianvito Rossi y una orquídea, como guiño a Oriente. Un diseño que, justamente, recuerda al lucido este año por Kate Middlleton en Ascot del diseñador Alexander McQueen y al escogido para la edición pasada del torneo ecuestre, que estaba firmado por Dolce & Gabbana.

La Princesa continuó dando lecciones de estilo con un vestido camisero de rayas en blanco y azul, que complementó con un sencillo cinturón de cuero en camel y unos salones bicolor de Ralph Lauren.

El plato fuerte de la visita por tierras niponas tuvo lugar durante la recepción que celebraba la relación diplomática entre Dinamarca y Japón. La Princesa quiso rendir homenaje a la cultura del país y lo hizo a través de la elección de un look protagonizado por un vestido de seda estampado con motivos orientales de la diseñadora Stine Goya. Nos recuerda a los kimonos tan típicos de Japón, que acompañó con unos salones de ante blanco de (¿cómo no?) Gianvito Rossi.

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