Operación verano

Guía básica del autobronceado

autobronceador
Haz clic sobre la imagen para acceder a la galería / Gtres

Desde que Coco Chanel popularizara el bronceado como símbolo de belleza y distinción en los años 20, la obsesión por lucir un tono de piel tostado durante todo el año se ha extendido a lo largo de las décadas, potenciándose aún más en los meses estivales. Ligado a un aspecto más saludable y atractivo, se ha convertido en una de las principales preocupaciones beauty para gran parte de la población.

El verano está a la vuelta de la esquina y con la llegada de las altas temperaturas, gradualmente, comenzaremos a dejar cada vez más partes del cuerpo al descubierto. Pero después de nueve meses oculta bajo las prendas de abrigo no queda rastro del bonito bronceado que conseguiste el año pasado en la playa. Todavía no has tenido tiempo de disfrutar de los primeros rayos de sol y la piel se muestra blanquecina y apagada, por lo que la ropa de vibrantes colores de la temporada no resulta favorecedora en absoluto.

No te preocupes, tu problema tiene una sencilla solución. La nueva generación de autobronceadores ha venido para ayudarte a lucir un color más saludable antes de que puedas hacer tu primera escapada a la playa o piscina. Estos cosméticos aportan un aspecto bronceado a la piel sin necesidad de exponerla a los rayos solares a través de sustancias que reaccionan al contacto con la queratina de la dermis, formando pigmentos oscuros parecidos a la melanina.

Sin embargo, siempre ha existido cierto temor a estos productos. Un tono demasiado artificial o anaranjado, poca duración o manchas en la piel suelen ser los principales inconvenientes en los que pensamos antes de lanzarnos a usarlos. La clave del éxito reside en su aplicación, pues normalmente el fracaso está asociado a un uso incorrecto. Pero con el producto adecuado y unas sencillas normas de uso, el triunfo está asegurado.

Antes de nada, hay que preparar la piel. Una buena exfoliación es básica para limpiar los poros obstruidos y evitar la acumulación de producto en determinadas zonas más rugosas como codos o rodillas. A continuación, una hidratación a conciencia nos ayudará a conseguir un tono más bonito y duradero. Por último, una aplicación suave y uniforme del autobronceador nos ayudará a conseguir nuestro objetivo. No olvides repetir la operación cada pocos días para que no pierda intensidad.

En el mercado puedes encontrar una amplia gama de productos en diferentes y prácticos formatos. Solo tienes que consultar nuestra galería.

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