Jordi Pujol Jr. transfería dinero a la cuenta suiza del mejor amigo del Rey Juan Carlos

Jordi Pujol Ferrusola-Rey Juan Carlos-Zourab Tchkotoua
Zourab Tchkotoua y el Rey Juan Carlos se saludan en una imagen tomada en Mallorca en 2000 (Foto: Efe)

De paraíso fiscal a paraíso fiscal. Jordi Pujol Ferrusola transfirió dinero a la cuenta suiza del mejor amigo del Rey Juan Carlos, Zourab Tchkotoua. El primogénito del ex presidente de la Generalitat le remitió cerca de nueve millones de pesetas en 2000 desde sus cuentas opacas en Andorra. El georgiano había resultado adjudicatario de la lotería de la Generalitat años antes con la empresa Luditec. Los investigadores sospechan que Tchkotoua y los Pujol eran socios en este negocio y que este dinero sirvió para darle entrada oficial en la sociedad suiza que estaba detrás de todo.

La Generalitat presidida por Jordi Pujol adjudicó en 1987 y prorrogó en 1997 la gestión de las loterías catalanas a Luditec. El 33% de esta empresa lo poseía la firma Inversiones Ponent, en cuyo Consejo de Administración se sentaban el propio Tchkotoua y su entonces esposa, Marieta Salas. El matrimonio era asiduo del círculo privado del Rey Juan Carlos en Mallorca. Por añadidura, el 100% de Inversiones Ponent, que regentaba en Mallorca campos de golf y un casino, era propiedad de la sociedad Trébol Internacional, cuyo vicepresidente era el propio Tchkotoua.

Esta última empresa ganó más de 162 millones de euros sólo por intermediar en operaciones financieras, siempre bajo la sombra de la sospecha de beneficiarse de las amistades regias de su dirigente.

Zourab Tchkotoua-Rey Juan Carlos-Jordi Pujol Ferrusola
Zourab Tchkotoua en una imagen de 2000 (Foto: Efe)

 

El escándalo envolvió rápidamente este negocio, que toda la oposición en el Parlament catalán juzgó lesivo para los intereses públicos. Y se destapó que uno de los socios de este servicio de loterías era Imperial Trading and Development, sociedad instrumental radicada en Irlanda y con vinculaciones con otras sociedades ubicadas en paraísos fiscales, como Dentech, que importaba las papeletas. Nunca se supo quiénes eran los accionistas últimos.

El secretario general de la Presidencia, Lluís Prenafeta, amagó con una querella contra el PSC por denunciar una trama corrupta en torno a esta adjudicación. Prenafeta fue un hombre clave en la adjudicación de la lotería autonómica.

El empresario georgiano, que llegó a ser espiado por el Cesid, se vio implicado además en una presunta estafa inmobiliaria en Mallorca. Pero todos estos escándalos no apartaron al matrimonio Tchkotoua de la Corte real, y ambos siguieron siendo los mejores amigos del Rey y de Marta Gayá.

El negocio de las loterías catalanas, no obstante, sería uno de los peores escándalos de su carrera empresarial. Luditec se creó poco antes de su adjudicación, que vino de la mano de Prenafeta. La Generalitat cargó con la mayor parte del coste de la implantación de la lotería. Luditec se quedó con casi el 20% de los 1.291 millones de euros que se ingresaron. Un buen pellizco con muy poca inversión (la empresa se creó con 3.000 euros). Las ramificaciones del accionariado de Luditec conducían a Suiza, hacia donde se dirigió la transferencia de Pujol Ferrusola.

Pero más expresivo del grado de corrupción que sobrevoló sobre Luditec fue el hecho de que su presidente, Arturo Suqué, se vio acusado de financiar a CDC entre 1986 y 1987 desde Casinos de Cataluña, también bajo su control. En ese periodo entregó 598 millones de pesetas (3,5 millones de euros) al partido gobernante en Cataluña. En vísperas de la adjudicación de la lotería estaba financiando al partido de Pujol que le iba a regalar el premio gordo.

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