Una periodista ‘fake’ que juega a espía

Corinna
La princesa Corinna y la periodista Ana Romero.
Manuel Cerdán

No es la primera vez que el comportamiento espurio de un periodista lo ha catapultado a la fama. Le ocurrió al reportero del New York Times Jayson Blair cuando se inventó varias historias y fue expulsado del diario neoyorkino, pero una editorial le pagó medio millón de dólares por contar su tortuosa vida de plagiador.

Le pasó a Michael Finkel que también fue despedido por el mismo periódico por inventarse datos para que sus historias fueran más fuertes. O lo que sucedió a la periodista Barbara Stewart, del Boston Globe, que tenía preparado un reportaje sobre la matanza de focas por los pescadores de Terranova y lo mandó a imprimir con tan mala suerte de que ese día las condiciones adversas climatológicas impidieron zarpar a los barcos.

Janet Cooke del Washington Post se inventó la historia de un niño de ocho años adicto a la heroína pero ningún colega de la competencia lo pudo localizar porque se lo había inventado. La autora, antes de que se descubriera su impostura, tuvo tiempo de conseguir el premio Pulitzer.

Y es lo que le ha sucedido a Ana Romero en sus relaciones secretas y especiales con la princesa Corinna. Ha tenido tiempo de escribir dos fake libros sobre la Corona, saturados de invenciones e invectivas, al dictado de sus protectores, pero una serie de correos electrónicos la han dejado con el pompi –ella es muy fina- al aire.

En esas dos obras, al igual que sucede con los emails que desvela OKDIARIO, la reportera se convierte en la reina del mambo pero a ritmo de Chiclana –ella misma se rebautiza con el nombre de Concha de Chiclana- y en una marioneta siciliana –por lo de Don Corleone- manipulada por las cloacas del poder.

Romero, que se presenta en todos los foros en los que participa como una verdadera pocera de las cloacas del Estado, incriminando a compañeros periodistas que llevan años pisando fango y denunciando la corrupción, mientras ella se regocijaba en su papel de Pimpinela en Londres, queda retratada en los emails a Corinna como el paradigma de las alcantarillas del poder. La periodista fake juega sucio con una de sus fuentes privilegiadas y, a sus espaldas, hace de correveidile de los servicios secretos para tapar las miserias de personajes innombrables. Algo que vulnera los principios más elementales de la profesión periodística.

Durante tres años la reportera, que fue catalogada por la propia Corinna en las cintas de Villarejo como “agente doble” del director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, se dedica a utilizar la información para su beneficio propio, no en función del interés de sus lectores o de la opinión pública. Juega a espía, como en una novela de John Le Carré, y al final queda atrapada en el fango.

Habría que recordarle a Romero lo que le dice el agente secreto Leamas a su amante Liz en el desenlace de la novela “El espía que surgió del frío”: “¿Qué te imaginas que son los espías: sacerdotes, santos y mártires? Son una lamentable procesión de memos vanidosos……gente que juega a pieles rojas y cowboys para iluminar sus putrefactas vidas. ¿Crees que están sentados en Londres sopesando el bien y el mal?….Le necesitan para la seguridad de gente corriente y moliente como tú y como yo”.

Emails con un interés político y público

A OKDIARIO a la hora de desvelar los correos sólo le mueve el interés público y político. Para nada le interesa la vida privada ni de Romero ni de Corinna. Por todo ello hemos omitido referencias de la periodista a temas privados y de su familia. Pero que no se confundan nuestros lectores ni los compañeros periodistas: en ningún momento hemos vulnerado ninguna norma que proteja el derecho a la intimidad ni las obligaciones deontológicas que obligan a los profesionales de la información. En ningún momento asaltamos el libre ejercicio como periodista de Romero. La información que publicamos para nada afecta a las fuentes de Romero ni a su secreto profesional .

Romero en su último libro, que dedica una serie de capítulos a las relaciones de Corinna y Don Juan Carlos, califica al director de OKDIARIO y a quien escribe estas líneas de periodistas infiltrados de Villarejo y nos acusa de participar en un chantaje a la Corona. Paradójicamente, la agente de prensa de Corinna, intermediaria del general Sanz Roldán, y “doble agente” del CNI, según las propia palabras de la princesa, tilda de “cloacas” –siguiendo el juego de sus protectores- a los periodistas que más han investigado la corrupción política y económica en España: GAL, Fondos Reservados, Escuchas del CESID, Roldán, Informe Veritas de Villarejo, saqueo de Marbella, Urdangarin, Matas, Pujol, Munar, Gürtel, Operación Cataluña, Paesa, imán de Ripoll, Faisán y cuenta offshore de Iglesias, entre cientos de revelaciones periodísticas

Sin embargo los emails demuestran que quien se encuentra más cómoda en el lodazal de las alcantarillas es Ana Romero que, no sólo demuestra una suprema infidelidad con los medios y los directores con quienes trabaja, sino que además traiciona a la persona que la convirtió en “periodista estrella” y que le dio la oportunidad para escribir dos fake book.
Los correos demuestran así mismo una inusitada traición y el juego sucio de la reportera hacia Corinna y la Casa del Rey. Basta leer sus comentarios para cerciorarse de que se mueve por intereses espurios y egoístas. Igual que cuando desprecia e insulta en sus correos a sus ex directores Pedro J. Ramírez o Casimiro García Abadillo.

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