Los negocios turbios del cerebro de Púnica: «Necesitamos 90.000€ para la góndola con los coches»

Trama Púnica
El empresario David Marjaliza, presunto cabecilla de la trama Púnica abandonando la prisión de Aranjuez. (Foto: EFE)

David Marjaliza considerado el presunto cabecilla de la trama Púnica mantenía negocios sospechosos que movían grandes cantidades de dinero antes de ser detenido el 27 de octubre de 2014. La verdadera «naturaleza» de dichos negocios no ha sido aclarada por los investigadores durante la instrucción de la causa.

Un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, UCO, que recoge centenares de mensajes sms y llamadas que Marjaliza intercambió con uno de sus colaboradores investigados en esta trama corrupta e identificado por los propios agentes, Eduardo Arellano Céspedes. Este «empresario» figura como administrador de la sociedad Recoprom SL y de una veintena de negocios más.

La UCO recoge las comunicaciones intervenidas al supuesto cabecilla de Púnica entre julio y septiembre de 2014 y destaca el «contenido críptico» de los mensajes intercambiados con Arellano, en el que hablan de «descargar góndolas», «coches», «recepción» y en los cuales el propio Marjaliza muestra miedo por su propia integridad física: «Si los coches de septiembre no vienen, yo me suicido o me matan directamente».

En otro momento, el empresario de Valdemoro asegura a su colaborador que tiene «un inversor para dos coches de 6.000 euros», pero matiza «le tengo que decir la ganancia». Los agentes sospechan que Marjaliza le habría prestado «una cantidad de dinero que rondaría los 35.000€ para un negocio que identifican como ‘coches’ pero cuya naturaleza no resulta clara». En el plazo de apenas una semana, tras esta operación le devolvería «55.000€”.

Marjaliza fue detenido en octubre de 2014 junto al ex dirigente popular, Francisco Granados y es considerado por los investigadores «la autoridad de ‘facto’ en materia de facturación y contratación pública» de la trama Púnica. En diciembre de 2015, abandonó la prisión madrileña de Aranjuez tras 14 meses encarcelado y satisfacer la fianza de 100.000 euros impuesta por el entonces instructor del caso, Eloy Velasco.

Tras su salida en prisión se ha definido públicamente como un «arrepentido» y ha «colaborado con la Justicia», aunque niega haber cerrado un pacto con la Fiscalía Anticorrupción. Muchas de las afirmaciones emitidas en autos por el juez Velasco se sustentan en las propias declaraciones realizadas por él ante el propio magistrado y las fiscales del caso.

Este diario publica algunos de los mensajes intercambiados por David Marjaliza y Eduardo Arellano que muestran la relación estrecha que mantenían antes de su arresto y destapan algunos negocios que compartían y que no fueron aclarados por los investigadores.

En dichas conversaciones, se puede observar como Marjaliza acudió a los servicios de prestamistas en julio de 2014 para conseguir una elevada cantidad de dinero y así poder realizar una inversión junto a Arellano. Llama la atención el margen de beneficio de la operación, ya que aseguran que si ponen «100.000 euros, podrían ganar 250.000». Marjaliza le contesta que no puede invertir más dinero.


Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.
Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.


El 29 de julio, Eduardo Arellano solicita con urgencia a David Marjaliza que le deje 60.000 euros para el negocio, con la promesa de que «el jefe» se lo devolverá en pocos días. Al día siguiente, insiste en que lo necesita para «la recepción» y que es cuestión de «vida o muerte».

Unas horas después, Marjaliza asegura que si cumplen con el negocio, «se abrirán infinidad de puertas y sino», añade, «ni te cuento mejor». Cinco días después, el empresario de Valdemoro se reúne con los supuestos prestamistas para negociar la entrega de los 55.000 euros necesarios para la inversión que planea con Eduardo Arellano.

El constructor consigue la cantidad a cambio de un aval, sin embargo, todo se tuerce cuando el «jefe» de Arellano que volaba desde Alicante es detenido cuando iba a cerrar la operación. Le imponen una fianza de 70.000 euros, que posteriormente sube a 90.000. Marjaliza se entera del arresto, al día siguiente de cenar con los «otros inversores», mientras aguardaba una cita con el propio Arellano y su «jefe» detenido.


Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.
Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.


Tres días después, el 15 de agosto, Arellano afirma que si no consiguen el dinero para la fianza «todo se perderá». Marjaliza se pone muy nervioso ante dicha posibilidad y su interlocutor le insiste en que necesitan 90.000 euros para «descargar la góndola con los coches».

Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.
Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.


Al día siguiente, Arellano escribe a Marjaliza para decirle que está «en Alicante reunido con la persona de la góndola» y que tienen como máximo hasta el jueves para pagar 50.000 euros de la fianza de su «jefe». Después añade que la mercancía está a punto de llegar: «Mira que fechas son, está llegando la góndola». A continuación, el 18 de agosto asegura que «suben» a su jefe, quizá refiriéndose a su posible traslado a Madrid detenido.


Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.
Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.


El 24 de agosto, Arellano dice a Marjaliza que están en «cadi» (¿Cádiz?) con los coches y que «el pago es primordial». Horas después le escribe: «Voy mañana llegaré por la tarde estoy aquí de nuevo con este señor del pago y es lo que tenemos que hacer, la góndola está a punto, yo te veré mañana por la tarde noche pero ves adelantando, se da el doble por favor te pido que esta es la nuestra David».

Los mensajes reflejan como ambos se reunieron durante estas semanas en varias ocasiones en las oficinas que Marjaliza posee en la localidad madrileña de Pinto. En otra conversación el 27 de agosto, Marjaliza se disculpa por no haber «encontrado a nadie que me pueda dejar más dinero». «Espero que te salga bien el negocio de los coches y me devuelvas lo antes posible lo que te dejé», señala.

El 6 de septiembre, Arellano afirma que todo está «bien hasta el momento, góndola llegó». Seis días después, intercambia nuevos sms sobre una operación bancaria relacionada con los «coches».


Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.
Recreación de los sms de David Marjaliza y Eduardo Arellano incluidos en un informe de la UCO.


Después, Marjaliza llama a Arellano y le dice que pudiera tener «un inversor para dos coches de 6.000», pero pregunta si hay garantía de que esté resuelto la semana que viene. «Le ha dicho que dos coches compra, pero que le tiene que decir lo que va a ganar”, añade.

Finalmente, Arellano pregunta a Marjaliza si le puede «llevar algo hasta Albacete» y éste envía a un empleado. Por último, el presunto cabecilla de la trama Púnica envía un último enigmático mensaje: «Ningún amigo mío quiere comprar más coches, véndelos todos echando leches y que cobren todos».

Más de tres años después de que se iniciara la investigación de la trama Púnica, algunos de los negocios de su presunto cabecilla, David Marjaliza, siguen sin esclarecerse durante la instrucción.

La versión de Marjaliza

En declaraciones a OKDIARIO, David Marjaliza ha reconocido su relación con Eduardo Arellano Céspedes. Asegura que «realizaron obras juntos en su grupo empresarial y que en alguna ocasión le prestó 16.000 o 18.000 euros para algún negocio». También reconoce, que Arellano «traía coches desde Alemania y que él buscaba compradores para sacar algún beneficio».

No comparte con la Guardia Civil que mantuviera un «lenguaje críptico» con Arellano, al que define como personaje raro y de poco fiar, y asegura que «unos mensajes o llamadas fuera de contexto pueden parecer lo que no es», mientras dice no reconocer algunos de los mensajes enviados por él mismo.

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