La Fundación de Podemos diseñó un programa de «turismo revolucionario» para Venezuela, Cuba e Irán

Retrato de Hugo Chávez ubicado en una calle de Caracas con motivo del segundo aniversario de su muerte (Foto: Getty)
Retrato de Hugo Chávez ubicado en una calle de Caracas con motivo del segundo aniversario de su muerte (Foto: Getty)

El paraíso de las libertades. Podría ser el eslogan publicitario del programa de «turismo socialista» diseñado en 2011 por la Fundación de Pablo Iglesias para el Gobierno venezolano de Hugo Chávez.

En un documento elaborado el 15 de marzo de 2011, la Fundación CEPS (dirigida por los actuales líderes de Podemos) proponía a Chávez impulsar este programa de turismo «socialista» o «revolucionario» con la colaboración de dos de sus países aliados: Cuba e Irán.

En el caso de Irán, la palabra socialista se queda corta: se trata de una de las teocracias más sanguinarias del mundo. Tan solo un mes antes de que la Fundación de Podemos redactara dicho informe, la ONG Amnistía Internacional acababa de denunciar la ejecución de 116 personas sin un juicio con garantías legales en Irán, así como las «torturas y malos tratos a cientos de defensores de los derechos humanos, estudiantes, abogados, periodistas y activistas políticos de la oposición».

Se trata de un país, además, cuyo gobierno restableció en 2008 la ejecución por lapidación para mujeres adúlteras y en el que las relaciones homosexuales están castigadas con latigazos o con la pena de muerte. Por ello resulta especialmente llamativo que la Fundación de Podemos decidiera incluir a Irán en su programa de «turismo socialista».

La Fundación CEPS (de cuyo patronato formaban parte Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Carolina Bescansa) cobró entre 2004 y 2014 4,2 millones de euros por sus labores de «asesoramiento» al Gobierno de Venezuela.

En un informe firmado el 15 de abril de 2011, CEPS alertaba de que el tráfico de visitantes a Venezuela había descendido más de un 26% en los dos años anteriores (en buena medida, debido a las altísimas tasas de criminalidad y al progresivo recorte de las libertades impuesto por el régimen chavista).

Para paliar esta situación, la Fundación de Pablo Iglesias propone a Chávez en el documento impulsar un plan de «turismo socialista» aprovechando su «riqueza cultural y natural, así como el atractivo que despierta la Revolución Bolivariana entre sectores sociales que eligen Venezuela como destino de turismo revolucionario».

Aprovechar los vuelos con Teherán

Tomando como modelo la experiencia y la diversificación turística de Cuba, añade el informe, Venezuela podría «atraer visitantes de otras regiones como Asia, Europa del Este o turistas de países aliados como Irán (aprovechando la existencia del vuelo directo Teherán-Caracas)».

El objetivo prioritario de este plan, señala el informe de CEPS al que ha tenido acceso Okdiario, sería «conectar con los turistas jóvenes -y no tan jóvenes- que pueden llegar [a Venezuela] atraídos por el Proceso Revolucionario».

Para ello, entre otras sugerencias, plantea que el Ministerio del Poder Popular para el Turismo (Mintur) edite folletos en los que explique las Misiones y el Proceso político venezolano, para repartirlos en los aeropuertos y en los puntos de información turística.

La Fundación CEPS también advierte al Gobierno de Chávez de la necesidad de que haya una mayor «presencia del Proceso Revolucionario en los aeropuertos internacionales venezolanos», que constituyen la principal puerta de entrada de visitantes.

Al respecto, constata que «cuando se ingresa en la zona restringida para embarque del aeropuerto Simón Bolívar, lo que encuentra el viajero que abandona el país es una Venezuela netamente capitalista, llena de tiendas duty free, presencia de grandes marcas internacionales y apenas pocas tiendas de recuerdos venezolanos».

Vender productos Hechos en Socialismo

Para acabar con esta situación, la Fundación de Pablo Iglesias propone sustituir las tiendas duty free por «varias Librerías del Sur así como otras tiendas del Gobierno donde se pudieran vender materiales vinculados al Proceso, productos artesanos venezolanos a precios justos (tanto para los artesanos como para el público) así como muestras de los productos de las empresas nacionalizadas o grannacionales Hechos en Socialismo, etc.»

La Fundación vinculada a los líderes de Podemos también insta al Gobierno de Hugo Chávez a editar una guía turística de Venezuela alternativa a la popular edición de Lonely Planet, ya que ésta, advierten los asesores de CEPS, ofrece textos con «un sesgo político antichavista e imprecisiones históricas rayanas en la manipulación». Por ejemplo, destaca, la guía sostiene que «la revolución socialista de Venezuela fue cualquier cosa menos pacífica».

Del mismo modo, la Fundación CEPS insta al Gobierno venezolano a protestar ante la multinacional Google para que, en la aplicación Google Earth, el Palacio de Miraflores deje de aparecer identificado como «El Palacio del dictador Chávez».

El informe elaborado el 15 de abril de 2011 también plantea que la nueva planta hotelera local se ejecute «aprovechando técnicas criollas de construcción para dotar a Venezuela de infraestructura turística ecológica, como las empleadas en el Ecuador en base a estructuras de caña. Una modalidad simple de transferencia tecnológica, pero de gran potencial para el turismo costero».

«Que no te lo cuenten»

CEPS propone igualmente crear una alianza entre las compañías aéreas de Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia para ofrecer «paquetes turísticos» a precios económicos entre los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), de la que también forma parte Nicaragua.

Por último, el informe de la Fundación de Pablo Iglesias señala que también puede ser interesantes atraer a Venezuela, por su potencial económico, a turistas europeos que no sean «simpatizantes a priori del Proceso Revolucionario».

Para ello, recomienda emprender campañas publicitarias que «sirvan para difundir una imagen más turística y menos politizada de Venezuela», utilizando un eslogan como Venezuela, que no te lo cuenten o Venezuela, descúbrela tú mismo/a.

Esta fórmula, añade el informe, serviría para enviar un mensaje implícito sobre la «manipulación» que los medios de comunicación extranjeros ofrecen sobre la realidad de Venezuela.

El país caribeño podría imitar así, indica CEPS, el éxito de campañas publicitarias como Vive México (destinada a limpiar la imagen negativa internacional sobre las muertes provocadas por las redes de narcotráfico) o el eslogan Colombia: el único riesgo es que te quieras quedar.

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